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“La resolución que busca el señor Zambada con el Departamento de Justicia está avanzando, va bien”, comentó la semana pasada a este tecleador
00:10 miércoles 19 noviembre, 2025
Colaboradores
Washington.- El Departamento de Justicia de Estados Unidos se apresta a demostrar que la guerra militarizada e infranqueable contra el narcoterrorismo del presidente Donald Trump tiene dos caras.
Las negociaciones de un acuerdo de cooperación con el capo de capos del narcotráfico de México, Ismael El Mayo Zambada García, van encaminadas hacia un compromiso de justificar delitos a cambio de denuncias sobre narcocorrupción y traiciones.
“La resolución que busca el señor Zambada con el Departamento de Justicia está avanzando, va bien”, comentó la semana pasada a este tecleador uno de los involucrados en la negociación entre el narcotraficante y los fiscales del Departamento de Justicia.
El Mayo, uno de los fundadores y auténtico mandamás en el Cártel de Sinaloa, tiene carta abierta para convertirse en testigo protegido y si le da la vida, a sus 75 años, hasta para quedar en libertad bajo la protección de quienes deseaban verlo morir tras las rejas.
El 13 de enero de 2026, a las 11 de la mañana hora de Nueva York, el juez Brian Cogan, de la Corte Federal del Distrito Este en Brooklyn, le dictará sentencia a El Mayo.
Ya sin la preocupación de ser castigado con la pena de muerte porque los fiscales estadunidenses aceptaron en negociación con la defensa legal del capo extirparle esa sanción pese al cargo y designación de narcoterrorismo, El Mayo debe ser sentenciado a cadena perpetua. Ese correctivo está sobre la mesa de Cogan por los delitos de conspiración para trasegar narcóticos desde México a Estados Unidos que le imputaron al “capo de capos”.
A finales de diciembre, el juez federal que sentenció a cadena perpetua más 30 años de cárcel a Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, compadre de El Mayo, debe tener la recomendación de sentencia que le hará el Departamento de Justicia y la propuesta del acusado por medio de su abogado Frank Pérez. Es prerrogativa de Cogan el tipo de escarmiento.
Una vez que se dicte la sentencia entra en vigor la negociación sobre el acuerdo de cooperación que se encuentra en la etapa final.
Conforme a procedimientos judiciales, El Mayo será enviado a una prisión federal de alta seguridad para cumplir la pena que le imponga Cogan. Tras bambalinas, y desde ese momento bajo el acuerdo negociado, los fiscales y agentes de la DEA que tanto lo buscaban, serán visitantes frecuentes de su celda y hasta se darán el lujo de sacarlo de la mazmorra y llevarlo a hoteles para que cómodamente el capo cante, tal y como lo han hecho con otros criminales ahora testigos protegidos.
Dependerá de la información que entregue El Mayo a los fiscales y agentes federales de Estados Unidos, sobre personajes involucrados en el narcotráfico mexicano durante las más de cuatro décadas que duró su imperio en el Cártel de Sinaloa, la petición que hará eventualmente el Departamento de Justicia a Cogan para ablandar la sentencia.
Como lo he repetido en tantas ocasiones, Zambada García es un diamante en bruto para las autoridades de Estados Unidos; pulirlo es la gran tarea que toca a los fiscales y a agentes de la DEA.
El costo de que les cuente qué políticos, militares, policías, funcionarios de gobiernos federales y estatales estuvieron bajo su nómina de narco corrupción tendrá un costo muy alto. Amén de que también les dé una lista larga con otros personajes, socios y enemigos que como él están metidos en el narcotráfico. Los narcocorridos del juglar sinaloense tienen como condición inapelable ir acompañados de datos duros de todo tipo para que el Departamento de Justicia pueda formular acusaciones irrefutables a las personas denunciadas que serán etiquetados como narcoterroristas.
Los detalles del acuerdo se conocerán a medias el día no muy lejano en que se pida a Cogan que la sentencia a Zambada García se reduzca a unos siete o cinco años de cárcel porque el peligrosísimo delincuente, como lo catalogó la DEA, está cantando y traicionando a diestra y siniestra.
Esta es la justicia hipócrita que aplica y practica el Departamento de Justicia de Estados Unidos. Ejemplos hay muchos, expongo uno: Jesús Vicente Zambada Niebla, El Vicentillo, primogénito de El Mayo. Hoy este ex príncipe del Cártel de Sinaloa es un hombre libre y protegido por la DEA gracias al acuerdo de cooperación que aceptó firmar.
POR J. JESÚS ESQUIVEL
COLABORADOR