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Sus pugnas alcanzan un nivel de encono que pone en vilo la unidad doctrinaria y los coloca en una contradicción constante.
23:59 sábado 6 agosto, 2022
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Históricamente, en la izquierda se hace política con gran intensidad y la grilla, también. No se han andan nunca con contemplaciones. Su vida política y partidista la llevan al límite con el natural riesgo de ir al choque y con ello, pueden pasar por encima de principios, valores, estatutos y conceptos doctrinarios. Su hábitat es eterna zona de tormentas. Sus pugnas alcanzan un nivel de encono que pone en vilo la unidad doctrinaria y los coloca en una contradicción constante. El conflicto interno se puede dar en el plano de las ideas o en la acción individual y/o de grupos que conciben a la izquierda de múltiples formas. Lo mismo pueden ser liberales y progresistas que ortodoxos, radicales o ideológicamente disciplinados. Sus contradicciones son complejas, pero siempre están presentes, pues paradójicamente, es lo que al final, les permite permanecer e incluso, evolucionar. El partido Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) refleja las contradicciones de la izquierda que ya no es oposición, sino gobierno. Es el partido más fuerte, poderoso y mayoritario del país. Pese a eso, sucumben fácilmente en la tentación por la revuelta, ya sea movidos por la ambición o como parte de una estrategia. La izquierda no puede dejar de ser lo que es, de modo que pueden ir de la confrontación fratricida más cruda que al más lamentable espectáculo de exhibicionismo de su pobreza política e intelectual. El proceso de elección de las y los 70 integrantes del Consejo Político Estatal, evidenció el lado más oscuro de los cuadros dirigentes y liderazgos del partido. El colmo, es que las denuncias presuntamente ocurridas las ha hecho el propio presidente del Comité Ejecutivo Estatal, junto con su reducido grupo de simpatizantes.
Antes, durante y después del proceso, Sergio Serrano Soriano se encargó de hacer toda clase de denuncias de manera pública. No se guardó nada; parecía más jefe político de cualquier partido opositor. Con siete años al frente del partido, en breve dejará el cargo y parece que se irá muy dolido. En los hechos, MORENA no tiene nada que agradecerle y sí hay muchas razones para el reclamo. El Consejo electo estará integrado por liderazgos identificados con los grupos que ya controlaban al partido, pero desde fuera del Comité Ejecutivo Estatal que con Serrano Soriano al frente, mantuvo una dirigencia sectaria. Desde el triunfo histórico de la izquierda en 2018 y al asumir la presidencia Andrés Manuel López Obrador, estaba visto que Gabino Morales Mendoza se erigía como el verdadero poder de la cuarta transformación; el Comité era pura fachada por su inoperancia. Para el 2021 eso quedo plenamente demostrado: El Comité Nacional encabezado por Mario Delgado Carrillo y las elites del movimiento obradoristas, al ver que MORENA en San Luis Potosí no tenía posibilidades de ganar la elección, tejieron una alianza con La Gallardía. Fue una estrategia de partido en el contexto de una elección federal de primera importancia, así que trabajaron para ayudar a José Ricardo Gallardo Cardona a ganar la elección de gobernador y la mayoría de diputaciones federales. A muchos morenistas no les gustó eso, pero tampoco les pareció que una ex priista como Mónica Liliana Rangel Martínez fuera su candidata al gobierno estatal. También les molestó mucho la candidatura de Francisco Xavier Nava Palacios a la presidencia municipal de la capital. Los movimientos de Mario Delgado funcionaron y hoy, tienen un gobernador aliado a la cuarta transformación y diputados federales del Partido Verde que respaldan al presidente López Obrador. Fue una enorme contradicción política e ideológica, pero lo que importaba era derrotar al PRIANRD tal y como ocurrió. La renovación de los Comités y Consejos Estatales del partido en todo el país, se lleva a cabo con miras a las elecciones presidenciales del 2024. Se proponen contar con una estructura sólida, sin fisuras. Requieren de dirigencias locales que sumen y no dividan ni provoquen ruptura: su objetivo es ganar de nuevo la presidencia y mantener la mayoría en el poder legislativo. En San Luis, la cuarta transformación irá en alianza con La Gallardía, de modo que van primero por un Consejo y un Comité que respeten esa decisión del mando central, basada en un hecho irrefutable: el Verde y el gobernador Gallardo son la principal fuerza política del estado. Por ello, lo ocurrido durante los últimos días en el entorno de MORENA no deja de ser anecdótico ya que al final se impondrá la utilidad electoral de esa alianza. Llegará a la dirigencia del partido una persona capaz de caminar de la mano con Gobierno del Estado y el Verde, van en el mismo barco; no hay razón para crear conflicto. Se puede anticipar que las denuncias que se hayan generado respecto del proceso del pasado domingo no alterarán nada y que el 14 del mes en curso, estarán eligiendo a Rita Ozalia Rodríguez Velázquez como la nueva presidenta del partido.