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Lo de mi Ulises es solo el último ejemplo, cierto que uno particularmente ilustrativo: con Morena...
00:03 sábado 13 enero, 2024
Colaboradores
Lo de mi Ulises es solo el último ejemplo, cierto que uno particularmente ilustrativo: con Morena, los títulos universitarios por fin se han democratizado. Sí: México produce más licenciados que nunca. La universidad, ya, es para todos La Cuarta Transformación, que, como todos sabemos, va, desperdicia, me parece, una oportunidad de oro para promocionar uno de sus logros más notables: lo que su doctor favorito –dejo aquí la propuesta, que ojalá el movimiento sepa aprovechar– llama “Campaña de Titulación Social”. Lo de mi Ulises es solo el último ejemplo, cierto que uno particularmente ilustrativo: con Morena, los títulos universitarios por fin se han democratizado. Sí: México produce más licenciados que nunca. La universidad, ya, es para todos. Vean antes los casos de mi Ernes, mi Yas, mi Lenia. No sé si incluir en esta lista a mi Bodocazo. Perdón: al licenciado Bodocazo. Un logro. ¿Qué falta? Cacarearlo. Recordarle al pueblo que tiene el mismo derecho que los conservadores a un título, y que ese título tiene salida de mercado. “¿Quieres trabajar en la Cuarta Transformación de la Vida Pública y no pudiste entrar a la universidad? ¿Quieres dirigir una fiscalía, ansías democratizar a la Suprema Corte, estás dispuesto a enderezar jurídicamente a la oposición, y solo tienes una licenciatura trunca? El Gobierno de Todos te ayuda a titularte”. Y ¡bum!: licenciaturas, o hasta doctorados, al bolsillo. “Ah, lo de las escuelas de la red Benito Juárez ya está jalando”, me dirán. Bueno, la verdad es que no propiamente. Estamos en eso. No importa. Mientras amaciza, solo tienes que inscribirte en una de las universidades aliadas de la 4T, tipo Cúspide, a razón de 1750 pesos al mes, fijos, en cuanto vuelva a abrir; la Universidad Ejecutiva del Estado de México, de la que confieso que no encontré información contundente; o Humanitas, con su flexibilidad de precios y horarios. O ni siquiera. Si lograste entrar a alguna otra universidad, pública o privada, es cosa de irte a la biblioteca y aprovechar el trabajo de los alumnos anteriores, ya debidamente democratizado. El conocimiento, a fin de cuentas, no tiene dueño. Al Doctor Patán esta campaña le provoca sentimientos encontrados. Al margen del orgullo de tener un gobierno para todos, se le arremolinan, a ráfagas, la melancolía y la felicidad. Mi madre, en paz descanse, siempre quiso verme con un título. “¿De abogado, doctor?”, preguntarán. No. En alguna carrera científica, en el sentido de ciencias puras. Ahí la melancolía: es imposible compartir el momento con ella. Al doctor no le gusta ponerse elitista con las citas, pero es lo que decía Proust, palabras más, palabras menos: “Rara vez una alegría llega a posarse sobre el deseo que la llamaba”. Con todo, la felicidad también está ahí. En un pestañeo, le rendiré homenaje a la jefa con un título de Física colgado en la pared, whisky en una mano y puro en el cenicero. Antes, sin embargo, tengo que resolver otro asunto con cierta urgencia: ¿alguien sabe qué universidad da títulos de Medicina en 24 horas? POR JULIO PATÁN
COLABORADOR
@JULIOPATAN09