Mucha gente dice que “la belleza cuesta”, pero ¿a tal grado de atentar con tu salud?; se han popularizado los conocidos tratamientos de belleza “poco invasivos”, ganando popularidad en el mercado por ser accesibles para miles de personas, siendo recomendados generalmente por “influencers” de redes sociales. ¿Qué podría haber de malo en tener una mejor apariencia a un bajo costo?

Los “vampiro facial” se convirtieron en “lo top de la mejora cosmética” gracias a que la afamada modelo Kim Kardashian indicara que con esta práctica es que gozaba de una jugosa y saludable piel del rostro. Por lo que seguidoras de la socialité comenzaron a replicar esta mascarilla en spas que la ofrecían, pero claro que no todos costeaban lo que ella, así que optaban por sucursales ajenas a la que ella acude. El `facial vampiro consta de un “plasma rico en plaquetas”, una técnica innovadora de rejuvenecimiento facial que implica la extracción de sangre del cuerpo del cliente, seguida de la separación de los componentes necesarios, y finalmente, la inyección del plasma resultante en áreas específicas de la cara. Antes de someterse a cualquier tratamiento se debe tener investigar el lugar al que se acude, la seguridad y la legalidad de los establecimientos donde se realizan estos procedimientos, sobre todo. Lamentablemente en Estados Unidos se dio el caso de tres mujeres que contrajeron VIH tras someterse al “vampiro facial”, pues acudieron a un supuesto spa médico sin licencia en Nuevo México por el año 2018. Control y Prevención de Enfermedades inició una investigación tras una primera víctima, una mujer de 40 años que dio positivo en una prueba de VIH pese a no tener factores de riesgo conocido. ¿Cómo se contagió? Los cuestionamientos comenzaron y ahí arrojó que la única vez que estuvo expuesta a agujas fue cuando se realizó el tratamiento ‘facial vampiro’ en un salón de belleza que también realizaba tratamientos estéticos, mismo que tiempo después cerró por practicar medicina estética sin licencia. Al hacer un chequeo al expediente del lugar arrojó que sumaban un total de cinco casos, incluyendo la pareja sexual de uno de los clientes del spa, mismo que fue diagnosticado con VIH. La dueña del spa fue identificada como María de Lourdes Ramos De Ruiz, de 72 años, quien fue sentenciada a tres años de prisión desde 2022 por practicar medicina sin licencia. Ahí no acaba, las condiciones del spa eran preocupantes, había: -Tubos de sangre sin etiquetar

-Inyectables médicos mal almacenados y expuestos

-Jeringas sin envolver por todo el lugar Las autoridades instan a que si alguien se someterá a un procedimiento similar verifique los certificados y no acuda si no lo están o cuentan con las medidas de sanidad necesarias.

Con información de WRadio