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Algunos de los nombramientos de embajadores dispensados por el presidente electo Donald Trump llamaron la atención en Estados Unidos porque son evidentes
00:03 viernes 10 enero, 2025
Colaboradores
Algunos de los nombramientos de embajadores dispensados por el presidente electo Donald Trump llamaron la atención en Estados Unidos porque son evidentes premios o pago de adeudos políticos. Nada nuevo bajo el sol. Después de todo en México, como en Estados Unidos, es una vieja práctica.
Los diplomáticos se improvisan así con más bases en recompensas, necesidades políticas o el amiguismo que por sus conocimientos diplomáticos. Así como hoy lo hace Trump, el gobierno del expresidente Andrés Manuel López Obrador fue generoso con sus nombramientos, aunque los regímenes anteriores hicieron lo propio. El actual todavía no da color, en parte tal vez por la falta de recursos.
Cierto es que con los años muchos de los políticos nombrados como embajadores o cónsules tuvieron desempeños ejemplares, hasta heroicos en algún momento. Pero otros, también, pasaron desapercibidos o de plano, se distinguieron por razones negativas, sea por su conducta o su ignorancia de normas y formas.
En algunos casos se puede alegar que fueron exilios más o menos dorados, como los de los expresidentes Gustavo Díaz Ordaz en Madrid o Luis Echeverría en Australia. O en la actualidad, premios políticos más o menos obvios, como los consulados en Barcelona o un par de ellos en Miami o Orlando. Y son solo ejemplos.
Pero como diría el refrán, "también en San Juan hace aire", y los Estados Unidos lo comprueban. Algunos de los nombramientos adelantados ya por el gobierno de Trump, que asumirá el 20 de enero, incluyen personajes que de entrada, según la prensa estadounidense, suenan hasta absurdos.
Para las Bahamas, está Herschel Walker, una exestrella del futbol americano profesional cuya campaña por el Senado en Georgia fue socavada por escándalos personales, como presentarse como opositor al aborto, pero haber pagado por esa operación para una mujer con la que tuvo una relación íntima.
Al prestigioso y para mucho envidiable puesto diplomático de París –en la diplomacia mexicana parte con Londres, Madrid y Roma del llamado "circuito Revlon"– va Charles Kushner, padre de Jared, el yerno de Donald Trump, y un hombre al que Trump, como presidente, indultó por una condena por delito grave que el ex gobernador republicano de Nueva Jersey, Chris Christie, un ex fiscal federal, acusó en 2004 por evasión de impuestos, contribuciones ilegales a campañas y manipulación de testigos. Kushner padre es un multimillonario empresario de bienes raíces.
Y a Grecia, que fuera reservada para diplomáticos de carrera experimentados, va Kimberly Guilfoyle, ex-pareja del hijo mayor de Trump, Donald Trump Jr, y también conocida por su muy ruidoso "trumpismo" en los medios de comunicación.
La idea, al menos en parte, es presentar una agresiva formulación de la tesis de "Estados Unidos primero", aunque es posible que varios de ellos deban estudiar geografía e historia primero.
Pero ellos se pueden dar ese lujo.
POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS
COLABORADOR
JOSE.CARRENO@ELHERALDODEMEXICO.COM
@CARRENOJOSE