La decisión de condecorar a 13 "héroes" de la barda fronteriza con México y clasificar al fentanilo como arma de destrucción masiva es una que parece reiterar la atención del presidente Donald Trump a los temas de campaña que lo llevaron a la Presidencia.

Pero si las cuestiones de seguridad, migración y narcotráfico preocupan a los estadounidenses, el tema de mayor interés para los estadounidenses es el costo de vida. Y es una cuestión que el gobierno Trump parece reacio a abordar, aun cuando un número creciente de sus seguidores, en especial sus aliados en el Congreso federal, se preocupan por su impacto en las que aparecen como cada vez más importantes elecciones legislativas de noviembre de 2026.

La preocupación es real. Los republicanos se jugarán ahí sus pequeñas mayorías en ambas Cámaras, sobre todo en la de representantes (diputados). De acuerdo con un reporte de la Brookings Institution, quizá el principal think tank del país y quizá del mundo, "un tercio de la clase media estadounidense no podía permitirse el coste de las necesidades básicas en 2023".

Peor aún, al menos 20% del grupo considerado como clase media no puede permitirse vivir en las ciudades: "Estados Unidos alberga algunas de las ciudades más caras del mundo, y los residentes de clase media tienen dificultades para costear una vida digna para sí mismos y sus familias". El problema de costeabilidad afecta más a las familias de color, precisó.

Pero, aunque el tema se ha convertido en una de las cuestiones políticas más debatidas y probablemente estará en el centro de la campaña que precederá las elecciones legislativas, no es un tema que parezca preocupar al presidente Trump.

De hecho, su interés pareció reflejarse en sus instrucciones para que los estados gobernados por republicanos hagan una desusada reorganización de distritos electorales a mitad de década, para maximizar la posible cantidad de diputados de ese partido. Y sin embargo, aunque no es una regla absoluta, los partidos en el poder suelen perder sobre todo asientos en la Cámara baja, en las elecciones de medio término, o sea, las legislativas. Los republicanos tienen actualmente una ventaja de 220 a 213, pero las señales son ominosas para ellos.

Trump es una figura tan polarizante que, según expertos, impulsa la participación electoral de partidarios o adversarios, con base a una política de "nosotros" contra "ellos" que resuena sobre todo con su base. Pero no tiene necesariamente un atractivo universal.

Peor aún, la "asequibilidad" ("costo de vida" o "inflación"), especialmente importante para los estadounidenses, no encaja del todo con la fórmula liberal vs. conservador del presidente Trump. Y encuentra un culpable fácil en la cuestionada política arancelaria del gobierno Trump, que con su acostumbrada hipérbole asegura que traerá "miles y miles" de millones de dólares al país, permitirá subsidiar agricultores y ayudará al renacimiento económico estadounidense.

Pero eso no solo está por verse, sino en duda. Las elecciones serán en 11 meses y a reserva de mejoras económicas que cambien la percepción, Trump necesita mantener contenta a su base. Migración, narcotráfico, seguridad, le dan al menos la posibilidad de distraer la atención.

POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS  

COLABORADOR   

JOSE.CARRENO@ELHERALDODEMEXICO.COM         

@CARRENOJOSE