Vínculo copiado
#ESNOTICIA
#ESNOTICIA
“Valoro la autodisciplina, pero crear sistemas que hagan casi imposible portarse mal es más fiable que el autocontrol”
00:04 jueves 2 febrero, 2023
Colaboradores
“Valoro la autodisciplina, pero crear sistemas que hagan casi imposible portarse mal es más fiable que el autocontrol”. Tim Ferriss, empresario y autor estadounidense.
Existen múltiples teorías que tratan de explicar los procesos que modulan la conducta humana particularmente cuando se trata de comprender por qué las personas llevan a cabo conductas negativas, ya sea para sí mismos o para su entorno.
Algunas corrientes, privilegian la visión de que la conducta se deriva de la capacidad de obtener y procesar información, que a su vez permita optimizar las decisiones detrás de cada conducta. Bajo esta premisa, información imperfecta o indebidamente analizada conducirían a decisiones y conductas negativas. De esta ma algunos estudios asumen que la conducta financiera y negativa se deriva de mala información para la toma de decisiones. Otras corrientes suponen que las conductas negativas son resultado de influencias predeterminadas del entorno y en algunos casos condiciones inevitables derivadas del modelo económico o del funcionamiento de las estructuras económicas sociales y políticas.
Hoy existen, además, una serie de estudios psicológicos que han tratado de establecer marcos de referencia para identificar los patrones que determinan la conducta negativa de las personas. Entre estos últimos, se encuentra el modelo llamado de la “I cúbica” (I3). Este modelo, descrito en en “The I3 Model: Metatheory, Theory, and Evidence”, de Eli J.Finkel, hace referencia a los tres factores que de manera conjunta inciden en la mayor o menor proclividad de los individuos a llevar a cabo cierto tipo de conductas negativas.
La primera “I” se refiere a el concepto de “Impellance”, cuya tradición más simple sería Impulso. El concepto se refiere a las cualidades o condiciones de la situación específica que influyen en la fuerza con que la persona se muestra proclive a llevar a cabo la conducta negativa. En este sentido, factores por ejemplo de personalidad pueden hacer que las personas sean hoy más o menos agresivas y esa agresividad puede traducirse en una mayor facilidad para caer en conductas negativas. Factores como la impulsividad determina también que las personas tomen decisiones financieras más apresuradas sin medir las consecuencias de corto o largo plazo de las mismas punto.
La segunda “I” se refiere al concepto de “Instigación”, qué hace referencia a los estímulos del medio ambiente que la persona enfrenta como factores que impulsan o hacen que perciba como aceptables o no castigable sus conductas negativas. Hablando de conductas negativas, por ejemplo, hay personas que jamás realizarían conductas antisociales, que sí se atreven a realizar cuando se encuentran en grupos más grandes; el anonimato que genera la masa, actúa como un factor de Instigación o la persona que tiene como acompañante en una decisión financiera a alguien que estimula el gasto, también opera en este sentido.
La tercera “I”, se refiere al concepto de “Inhibición”. En este caso, se trata de los factores ya sea del entorno o de la persona que de inhiben a tomar una decisión o asumir una conducta negativa. Hablando de decisiones o conductas económicas coma una pareja que es más responsable en el gasto, actúa como un factor de inhibición recordándole a la persona que no debe endeudarse o gastar de manera superflua, porque tendrá un efecto negativo en el tiempo. De acuerdo con ciertos estudios, los estados de cuenta pueden actuar como factores de inhibición porque le recuerdan a las personas su nivel de endeudamiento y por lo tanto las restricciones que enfrenta su gasto.
Más allá de lo técnico que pudieran sonar estos conceptos, es importante que las personas en lo individual y en los hogares, entendamos cuáles son los factores que inciden en cada una de estas vertientes y que pueden ayudar a modular las conductas negativas coma no necesariamente eliminándolas por completo pero sí disminuyendo su frecuencia y su profundidad para evitar la afectación al patrimonio de los hogares.
El autor es politólogo, mercadólogo, financiero, especialista en economía conductual y profesor de la Facultad de Economía de la UNAM. CEO de Fibra Educa y Presidente del Consejo para el Fomento del Ahorro Educativo de Mexicana de Becas. raul@martinezsolares.com.mx – síguelo en Twitter @martinezsolares