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Recientemente se ha desatado una discusión respecto de las previsiones del gobierno federal para el 2024...
00:03 miércoles 27 septiembre, 2023
Colaboradores
“El déficit te hace sentir bien, hasta que pagas más tarde”. Franco Modigliani, Premio Nobel de Economía.
Recientemente se ha desatado una discusión respecto de las previsiones del gobierno federal para el 2024 en materia de ingreso y de gasto. Uno de los elementos centrales de la discusión es referente al crecimiento del déficit y los potenciales efectos para México.
Nuestro país, se encuentra en un nivel de déficit y de endeudamiento en proporción menor al de otros países. Lo anterior no es tanto derivado de que México haya tomado dirección de reducción de la deuda, sino de que, con el propósito de enfrentar los efectos económicos de la pandemia, la mayoría de las economías reaccionaron aumentando el nivel de déficit y de endeudamiento de manera considerable. En ese sentido el nivel favorable de México es más en términos de comparación que en términos absolutos.
La deuda de los gobiernos es una condición indispensable para la operación y funcionamiento de los servicios básicos que presta el estado y de los requerimientos que cotidianamente enfrenta para cumplir sus obligaciones financieras. Todos los países tienen deuda; el problema no es su existencia sino las condiciones y características de esta y en particular como se calza con la capacidad presente y futura de refinanciamiento; así como de manera muy relevante, con el propósito de utilización de los recursos provenientes del endeudamiento.
Pensemos en la diferencia en un hogar, entre endeudarnos en la tarjeta de crédito para pagar comidas todos los fines de semana, respecto de usar la misma tarjeta de crédito para pagar la colegiatura de un hijo. En un caso la deuda es diferente porque no genera valor de largo plazo y en el otro caso sí lo hace.
Con este ejemplo, una de las discusiones que se presentan hoy es sí una parte importante del endeudamiento sirve para generar valor futuro o sí está centrada en un efecto de gasto de corto plazo que tendrá implicaciones negativas en el futuro. Sin entrar discutir el efecto positivo que generan ciertos apoyos directos a la población; dadas las carencias y limitaciones de una estructura salarial una notoria inequidad en el país; la deuda que soporta este tipo de gasto genera un incremento de la capacidad de gasto de los hogares en el corto plazo, pero no genera valor futuro. Esa deuda es manejable, solo en la medida que se establecen mecanismos que permiten que su volumen y su estructura de vencimientos, no generan efectos negativos de corto y mediano plazo. La deuda del gobierno tiene entre otros dos componentes importantes: la generada para proyectos específicos y la que se contrata como mecanismo de refinanciamiento y/o sustitución de deuda existente. Respecto de la segunda, la capacidad de refinanciamiento de un gobierno responde tanto a condiciones objetivas del mercado financiero (nacional e internacional), como a la percepción que tienen del país, quienes adquieren la deuda del gobierno (inversionistas nacionales e internacionales).
Este último punto se vuelve importante porque en los últimos casi 5 años, al hablar con analistas financieros, la narrativa respecto de México era básicamente que, aun cuando este gobierno podía tener una retórica (y algunas acciones puntuales) contraria a un entorno de negocios, en los lo fiscal mantuvo una importante disciplina; incluso, al nivel de no endeudarse para apoyar los efectos económicos adversos que se presentaron en empresas y hogares durante la pandemia.
Hoy muchos analistas prevén que el nuevo techo de deuda y déficit puede representar un cambio en la señal del comportamiento del gobierno y por lo tanto un cambio de percepción respecto de la solidez financiera futura del país.
Requerimos recuperar en el congreso, espacios de discusión real, técnica y objetiva sobre las características que puede y debe tener el endeudamiento, sin satanizarlo, para asegurar que éste contribuya, por supuesto a atenuar los efectos de una enorme inequidad, pero sobre todo a crear condiciones para favorecer integral en el futuro de los hogares y el país.
El autor es politólogo, mercadólogo, financiero, especialista en economía conductual y profesor de la Facultad de Economía de la UNAM. CEO de Fibra Educa y Presidente del Consejo para el Fomento del Ahorro Educativo de Mexicana de Becas. raul@martinezsolares.com.mx – síguelo en Twitter @martinezsolares