FUERON VARIAS VOCES las que desde adentro del gobierno de la 4T le advirtieron al Presidente que el relanzamiento de Mexicana de Aviación se estaba haciendo sobre las rodillas. La primera señal de alerta fue la contratación de Jones Day. La reputada firma de abogados fue reclutada por la Secretaría de la Defensa para que la asesorara en estructurar la nueva empresa estatal. Particularmente, para que ayudara a los generales que comanda Luis Cresencio Sandoval en el arrendamiento de los aviones. Pero la realidad es que quien la recomendó fue la Secretaría de Hacienda. Le hicieron ver a Andrés Manuel López Obrador que Jones Day había sido, meses antes, el asesor del gobierno de Enrique Peña Nieto en la colocación de los bonos del fallido nuevo aeropuerto de Texcoco. ¿Cómo podía el nuevo gobierno contratar a la misma empresa que le heredó el amague de demandas internacionales si no pagaba 6 mil millones de dólares de los MEXCAT? Primer error en la ruta de Mexicana. El inquilino de Palacio Nacional escuchó, pero prefirió confiar en su subsecretario de Egresos, Juan Pablo de Botton, cuando le preguntó sobre Jones Day. “Son de confiar”, respondió el joven funcionario. El tiempo terminó dando la razón a los que ignoró el tabasqueño y el amigo personal de su hijo, Andrés Manuel López Beltrán, Andy, se impuso como el artífice en la aventura empresarial de la nueva Mexicana. Jones Day, que dirige aquí Rodrigo Gómez Ballina, tampoco pudo prevenir ni a la Sedena ni a la SHCP del desastre que sería lidiar con Petrus Aero Holdings ni después con SAT Aero Holdings. ¿Sabe por qué su CEO, Félix Sánchez y demás socios, le tuvieron que cambiar de nombre al bróker a los pocos meses de haber firmado el contrato? Porque el Ejército dimensionó el real tamaño de la aerolínea. Petrus fue originalmente contratada para buscar 10 aviones Boeing 737-800 y para armar las tripulaciones. Pero después la milicia cayó en cuenta que una línea aérea era mucho más que eso. El general René Trujillo, como director del nuevo Grupo Aeroportuario y Ferroviario, empezó a tener problemas desde mediados del año pasado con los alcances que amparaban el contrato original. Petrus cambió razón social a SAT para ampliar su objeto de negocios y abarcar más líneas de actividades que los militares no contemplaron y que son básicos en la operación de una aerolínea. Segundo error. Con todo y que De Botton es el “padrino” de Mexicana, nunca liberó pagos a SAT Aero Holdings, principalmente para dos primeros aviones, con los que había pláticas con bancos y arrendadoras. Tercer error. Otro cuarto error ya se lo habíamos platicado: cómo fue que Sedena, léase Trujillo, renunció a la jurisdicción mexicana para dirimir una demanda, con todo y que su contraparte sean mexicanos domiciliados en Texas. Otra vez: ¿dónde estaban los asesores externos y la Secretaría de Hacienda? TRAS PRÁCTICAMENTE DOS años y medio de conflicto, Monterra Energy llegó a un acuerdo con Pemex para venderle su terminal de hidrocarburos de Tuxpan, Veracruz. La noche del 13 de septiembre de 2021, funcionarios de la Comisión Reguladora de Energía, que preside Leopoldo Melchi, y de la Guardia Nacional, que comanda David Córdova, clausuraron las instalaciones. Desde entonces la firma estadounidense que preside Jack Arbess ha venido litigando la liberación del activo, cosa que ya se está a unos días de concretar. En su momento reclamaron un daño de 667 millones de dólares. El acuerdo ya muy avanzado es que la petrolera dirigida por Octavio Romero les pague 300 millones por la terminal. YA ES CONOCIDO la fuerte penetración de los vehículos chinos en México. Sin embargo de las 28 marcas establecidas, 18 no reportan ventas al INEGI, que preside Graciela Márquez, lo cual es considerado un desacato y una práctica desleal para el resto de la industria. Apunte a Jaecoo y a Seres, cuyas controladoras, Grupo Chirey y Motornation, respectivamente, sí entregan números de sus otras marcas. Tampoco lo hacen SEV, Arra, Great Wall, Bestune-FAW, Jetour, Skywell, BYD, Geely, GAC Motors, Yutong, Zhongtong, Sunwin, King Long, Sitrack, Fulongma y FAW Trucks. Para las que sí reportan, en caso de los vehículos ligeros en 2023 representaron 9.5% de las ventas, y en pesados 5.3%. A PROPÓSITO DEL tema, la poderosa marca BYD sigue trabajando en la instalación de una fábrica de ensamble de autos eléctricos. La firma dirigida por Wang Chuanfu va a producir 200 mil unidades, principalmente para abastecer el mercado doméstico. Son seis estados los que entregaron ya propuestas para atraer esa inversión, que en su pico más alto podría llegar a los 5 mil millones de dólares. Se trata de Nuevo León, Jalisco, el Estado de México, Puebla, Guanajuato e Hidalgo. Por lo que se sabe, los dos últimos que gobiernan Diego Sinhue y Julio Menchaca, respectivamente, podrían satisfacer mejor los requerimientos de la automotriz que lleva aquí Jorge Vallejo. Sobre todo por estar bien conectados a la CDMX. RECIÉN LAMENTÁBAMOS AQUÍ que Stellantis anunciara una inversión de unos 6 mil millones de dólares para Brasil, a fin de desarrollar entre 2025 y 2030 nuevos modelos de vehículos eléctricos. Referíamos la visita que en julio de 2022 le hizo el CEO de la empresa, Carlos Tavares, al presidente Andrés Manuel López Obrador, donde hablaron de los nuevos proyectos de electromovilidad de Stellantis para México. Pues bien, le informo que esta compañía tiene previsto invertir aquí 24 mil millones de dólares en los próximos 7 años. Su objetivo es abrir varias fábricas, algunas de las cuales estarán en el Istmo de Tehuantepec, en Oaxaca o Veracruz. Economía, de Raquel Buenrostro, los acompaña. AT&T, QUE PRESIDE Mónica Aspe, y American Tower Corporation (ATC), que dirige aquí Guillermo Cordera, están iniciando un arbitraje. Y es que la operadora telefónica estadounidense acusa a su proveedor de infraestructura, básicamente torres de transmisión, de cobrarle hasta 30% más en comparación a Telefónica-Movistar, que comanda Camilio Ayo, y a la propia Telcel, que capitanea Daniel Hajj. México es el segundo mercado para ATC de América Latina, donde también provee capacidad de fibra óptica a varias compañías del sector y proveedores de servicios. Tiene alrededor de 9 mil torres, contra 2 mil 500 de México Tower Partners que lleva José Enrique Solá y 16 mil de Telesites, la de Carlos Slim. POR DARÍO CELIS ESTRADA

COLABORADOR

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