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Por mucho que Andy haya declinado no tan amablemente la oferta del marqués de Casaubon...
00:04 lunes 26 junio, 2023
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Por mucho que Andy haya declinado no tan amablemente la oferta del marqués de Casaubon, hay que reconocer que éste dejó la vara muy alta El ex canciller es una bala. Don Marcelo sabe que en el México de nuestro Presidente Eterno ya somos democráticos, pero en una democracia que todavía necesita de la guía de nuestro Líder, que seguro va a tener alguna cosita que decir sobre la sucesión. Sabe también que si bien el —me robo la expresión dignísima de mi Citlalli— “padre de la Patria Nueva” ya no se pertenece y por lo tanto es el padre de todos los mexicanos, es también un hombre con un corazón enorme, lleno de amor, y que en esa medida queda ahí mucha querencia por su progenie. Por su biología, vamos. En consecuencia, sabe monsieur Ebrard que no es improbable que al Primer Patriarca le haya caído bien su idea de crear, cuando sea Presidente, una Secretaría de la Cuarta Transformación que garantizará la continuidad de proyectos tan útiles como el AIFA o la vacuna Patria, y de que a cargo de ese organismo quede nada menos que Andrés Manuel López Beltrán. O sea, el retoño. Mi Andy, pues. Queridas otras corcholatas, escuchen el diagnóstico del doctor Patán: están en problemas. Por mucho que Andy haya declinado no tan amablemente la oferta del marqués de Casaubon, hay que reconocer que éste dejó la vara muy alta. No es difícil imaginar la reacción del Supremo, por mucho que es un hombre distinguible por su humildad y por mucho que en la 4T el nepotismo haya sido erradicado: “Oye, qué bonito gesto de Marcelo. Es cierto que Andy comparte un poco de mi grandeza. ¿Cómo privar de eso al pueblo?”. Esa es la mala noticia, queridas corchos. La buena es que su doctor de cabecera no se limita a los diagnósticos: ofrece soluciones. Porque todavía quedan ventanas de oportunidad abiertas. Todavía se puede contrarrestar el “efecto Andy”. Por ejemplo: ¿cómo creen que caería en Palacio Nacional que alguno tratara de encontrarle utilidad a mi Bodocón? Si yo quisiera ser Presidente (no lo descarto, como ya les he dicho), me lanzaría a un todo o nada: Joserra a Pemex. No es descabellado. Dudo que nos haga extrañar a Octavio Romero, el tío Tavo, y sobre todo habrá aprendido del negocio en casa, al lado de la señora que al parecer tiene dinero. Otra posibilidad: no se limiten a la progenie. ¿Qué les parece, por ejemplo, componer un nuevo himno nacional que refleje la grandeza obradorista, digamos “La marcha de San Andrés”, y encargarle la letra a la Primera Poeta? El mensaje, mis corchos, es que hay que echarle imaginación a la contienda. Eso, y que no se me duerman, porque no, no basta con los tres años de no campaña de mi Claudia, ni con lo de Monreality, ni con el espectacular cada dos metros que te topas en la carretera a Cuernavaca con la cara de Adán Augusto, ni con el brío de mi Noroña. Neta, aplíquense ya. El doctor Patán tampoco puede resolverlo todo, y, repito, la competencia está bravísima. POR JULIO PATÁN
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@JULIOPATAN09