Desde las 7:00 horas de este 12 de diciembre, Fabiola se colocó sobre la calle Luis Pasteur para vender ramos de rosas amarillas y rojas. Con unas tijeras limpia los tallos, retira las espinas y apila en una mesita. Pasan las horas y ella se pregunta si este año saldrá su venta.  “Ha estado muy tranquilo, la verdad no se ha movido tanto como esperábamos”, confiesa mientras acomoda un ramo.  Comparte que ella asocia las bajas ventas con las pocas actividades que se han organizado en el marco de la jornada: “Ya ves que antes había rondallas, Mañanitas a todas horas, hoy ahora que ya no los dejaron, yo creo que atrajeron menos gente”. 

Destacó que otros años para las 17:00 horas ya contaba con toda su inventario agotado, pero por cómo perfila este año, puede que no recupere su inversión. Pese a la inflación, Fabiola optó por mantener los mismos precios del año pasado: 120 pesos la docena, 70 pesos la media de flores.  Comenta que otro factor para la baja venta es que los costos de producción han inflado los precios en el mercado, lo que impacta hasta los comerciantes informales. 

“Mira, de por sí la venta en el día de la Virgen son menos que en San Valentín o el Día de las Madres. En el 10 de mayo las flores las vendemos a 250 pesos el ramo completo y se vende, así que si es algo decepcionante”, agregó.  En la semana la Cámara de Comercio de Querétaro (Canacope) proyectó una derrama de 620 millones de pesos en la capital por la festividad religiosa; mientras que a nivel nacional, la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco-Servytur) estimó una derrama superior a 21.7 mil millones de pesos en todo el país por la celebración guadalupana, lo que representaba un 8.5% más que lo que se generó en 2024, lo que indica un crecimiento en la popularidad del turismo religioso en México.