Del manejo de la crisis y del control de los daños, dependerá el reacomodo (o no) de las corcholatas rumbo a la elección de 2024 Más allá del oportunismo político y los cuestionamientos de la oposición, Claudia Sheinbaum enfrenta uno de los momentos más críticos de su gestión, tras el accidente del fin de semana en la Línea 3 del Metro. Tan grave resultó la tragedia que prendieron focos rojos en Palacio Nacional, en donde se echó a andar una estrategia para mitigar los daños contra la imagen de la jefa de gobierno, la principal candidata de Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia de la República. Una de las primeras acciones fue convocar a los 21 gobernadores afines a Morena y a su dirigente nacional, Mario Delgado, a firmar un desplegado en apoyo de la funcionaria, en el que además reprochan el uso político y faccioso que ha dado la oposición a la desgracia. Les importa que no quieran sacar raja política del tema, pero también los índices de aceptación de la doctora, dentro y fuera de su propio partido. Después del accidente en el Metro, por ejemplo, hubo un intenso trabajo de contención en redes sociales y sectores afines, para solidarizarse con las víctimas y con la administración local, aunque también se registró una tendencia en extremo negativa. Pocas veces como esta, se había generado una corriente tan adversa para Sheinbaum, lo que obligó a que el Presidente metiera mano y ordenará un plan integral para rescatar al Sistema de Transporte Colectivo Metro, el cual darán a conocer en breve. No quieren dejar pasar tiempo, porque entre más tarde, más crecerán los negativos de la jefa de gobierno, sobre todo cuando saben que cualquiera de los bateadores emergentes (Marcelo Ebrard o Adán Augusto López) están puestos para entrarle al quite. En la Presidencia están conscientes también de que el manejo de la crisis será clave para el futuro político de Sheimbaun. De lo contrario, el escenario cambiará de cara a la sucesión presidencial. Están en juego dos cosas: el gobierno de la capital del país y la Presidencia de la República. Y, si la oposición logra capitalizar este descalabro, sin un burdo oportunismo político, meterá en aprietos a la 4T, a López Obrador y a Morena. Eso es lo que realmente preocupa en el palacio presidencial. Y la pregunta que muchos nos hacemos ahora es: ¿Mantendrá AMLO a Sheinbaum como su principal apuesta y se la jugará, tope donde tope, o cambiará de posición a sus corcholatas? *** CUMBRE. Como anillo al dedo cayeron a López Obrador las visitas de Joe Biden y Justin Trudeau a México, en medio de la tragedia ocurrida en el Metro. Durante estos tres días, se espera una intensa agenda de trabajo al mandatario mexicano con sus contrapartes de Estados Unidos y Canadá. Será la primera Cumbre de Líderes de América del Norte en México, después de nueve años, y será el primer encuentro que, después de ocho años, sostienen los mandatarios de EU y México en territorio azteca. La agenda trilateral incluye temas relacionados con economía, energía, migración y seguridad. Biden viene con una exigencia fuerte para que México frene el tráfico de fentanilo a su país, dónde las víctimas mortales se cuentan por miles. A su vez, los mexicanos pondrán sobre la mesa una petición para que, de una vez por todas, se ponga un alto al desmedido tráfico de armas que terminan en manos de la delincuencia organizada, me dijo una fuente de la Cancillería. Hay temas, para dar y repartir, pero en el caso de los mandatarios de EU y México tendrán que salir con resultados tangibles. Tienen procesos electorales en puerta y es menester conseguir el aplauso de las gradas. *** Y como dice el filósofo… Nomeacuerdo: “Una cosa es la popularidad y otra muy distinta el rendimiento.” POR ALFREDO GONZÁLEZ CASTRO

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