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El mandato tiene mucho que ver con los presuntos disturbios creados por la campaña de deportaciones masivas, desarrollada por el gobierno Trump
00:10 sábado 1 noviembre, 2025
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En un reporte que al mismo tiempo es advertencia y lamento, The Washington Post afirmó que las autoridades militares estadounidenses "preparan una fuerza especial para enfrentar disturbios civiles dentro de Estados Unidos". La "Fuerza de Reacción Rápida" sería formada por unos 23 o 24 mil hombres, con elementos de la Guardia Nacional (reserva militar) de cada estado.
El mandato tiene mucho que ver con los presuntos disturbios creados por la campaña de deportaciones masivas, desarrollada por el gobierno Trump, y por supuesto, con la intención de subrayar los problemas de criminalidad de inseguridad en la ciudad gobernadas por el partido demócrata. No es extraño, dado que son las ciudades donde dominan las vías técnicas. Los índices de pobreza son mayores.
Pero más allá, la orden sugiere una creciente presencia de policías y soldados, su pretexto de inseguridad exagerada, y un mayor control de la población, siempre con el pretexto de seguridad nacional y al parecer, según el criterio del mandatario, o sus ayudantes.
En el caso actual, junto con el envío de agentes de migración, pueden ser usados no solo para sofocar la resistencia que provoquen, sino el presagio de intervenciones que se creían superadas hace mucho en Estados Unidos. Peor aún, hay quienes creen que solo pueden aumentar en tamaño y frecuencia, con la presencia incrementada de agentes federales y de migración, empoderados ahora de tal forma que parece se sienten libres de detener a cualquiera y verificar sus documentos.
De acuerdo con The Washington Post, "el Pentágono ha ordenado a miles de efectivos especializados de la Guardia Nacional que completen el entrenamiento para misiones de control de disturbios civiles durante los próximos meses, lo que indica que el esfuerzo del gobierno de Trump por enviar fuerzas militares uniformadas a centros urbanos –antes reservadas para emergencias extraordinarias– podría convertirse en la norma".
Las implicaciones políticas son, o podrían ser, enormes. Por un lado, el envío de fuerzas militares a centros urbanos se había limitado las últimas décadas a cuidar el orden en caso de desastres naturales, y cuando no, como en el caso de los motines raciales de Los Ángeles en los años 70 y 80, siempre de manera limitada.
Pero raramente se usaron Guardias Nacionales de otros estados, como es el caso, aunque algunos gobernadores estatales enviaron elementos a "apoyar" las operaciones fronterizas del gobernador republicano de Texas, Greg Abbott.
Por otro, el gobierno Trump encuentra una creciente desaprobación pública, pero al mismo tiempo el mandatario parece haberse apropiado del derecho de usar las fuerzas militares estadounidenses a su antojo, lo que incluye no solo matar presuntos delincuentes en el extranjero, sin supervisión alguna, o enviarlas a ciudades estadounidenses a pesar de la oposición de las autoridades locales, como es el caso.
POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS
COLABORADOR
JOSE.CARRENO@ELHERALDODEMEXICO.COM
@CARRENOJOSE