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Lo han tachado de traidor y desleal, pero hay pocos hombres más eficientes que él para AMLO
00:03 sábado 25 noviembre, 2023
Colaboradores
A Ricardo Monreal lo han tachado de traidor una y otra vez, pero a sus críticos nunca les ha dado el gusto de irse. Lo han acusado de desleal, pero hay pocos hombres más eficientes que él para López Obrador. Le han dicho de todo para que se vaya, pero ahí sigue en la 4T. Y seguirá. Algunos ‘puros’ creen que es un “mal necesario”, pero en realidad Monreal es uno de los colaboradores más eficaces para el Presidente. Con un Senado sin mayoría calificada –dos terceras partes de los votos-, por ejemplo, logró sacar todas las iniciativas de reforma constitucional que AMLO envió durante su sexenio. Todas. En cada una de las legislaciones, algunas tan polémicas como la creación de la Guardia Nacional o la extensión de su permanencia en las calles, consiguió votos de la oposición. Convenció y venció. Su presencia se siente, pero su ausencia más. Por eso regresa. Monreal, que dejó su escaño para buscar la candidatura presidencial de Morena, volverá a su asiento. No tanto porque así estuviera en sus planes, sino porque quizá sólo él es capaz de articular acuerdos y sentar a la mesa a quienes piensan distinto. Y en el momento actual, se vuelve necesario; es casi indispensable. Con la efervescencia electoral desatada, probablemente sólo él pueda tejer la posibilidad de avanzar lo que el presidente López Obrador necesita en su último tramo: un nombramiento afín en la SCJN, en la vacante que dejó Arturo Zaldívar con su renuncia, por ejemplo. Monreal es necesario para unos y otros. Los puentes que ha construido desde hace décadas con todas las fuerzas políticas, lo vuelven una pieza clave. El Presidente lo necesita para construir la mayoría en el Senado; la oposición lo requiere para dar certeza en las negociaciones. Desde hace unos meses, cuando dejó el Senado, nada ha avanzado en la Cámara alta, que más bien está convertida en ring. El Senado con o sin él es muy distinto. El oficio político, tan venido a menos, es su sello. Podrán escatimarle obediencia ciega, pero no el mérito del deber cumplido. Querrán regatearle no someterse, pero aún con márgenes acotados negocia y gana. Cosa que le piden, cosa que saca. Iniciativa enviada, iniciativa aprobada. Reforma constitucional propuesta, reforma avalada. Nombramiento encargado, nombramiento procesado. ¿Quién, si no él, es capaz de construir una mayoría entre quienes no pueden verse ni en pintura, con el 2024 tocando a la puerta? Monreal ya estaba en otra cosa, pero Palacio Nacional necesita sus servicios. Por eso regresa. POR MANUEL LÓPEZ SAN MARTÍN
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