Un nuevo conflicto estalló en el PRD. Jesús Zambrano, presidente del partido, y sus últimos aliados internos acaban de terminar muy mal su histórica relación y se asoma el ocaso del ocaso del Sol Azteca. ¡Es que además le congelaron las cuentas al instituto político! Miguel Ángel Mancera, Luis E. Cházaro y Silvano Aureoles fueron relegados por su dirigencia nacional, a pesar de que juntos conducían el manejo del partido rumbo a la salvación del registro de las elecciones de 2024. Pero las decisiones y acuerdos en el Frente Amplio por México quedaron exclusivamente en Zambrano, quien se sabe hace dupla con Jesús Ortega, su líder moral. No se cumplieron los acuerdos y cada uno experimentó el abandonó o lo que ellos llaman –en conversaciones recientes con amigos– la traición de su presidente. Esto ocurrió en medio de las negociaciones de Zambrano con Alejandro Moreno, líder nacional del PRI, y Marko Cortés, presidente del PAN. A Miguel Ángel Mancera le fue negado el derecho a reelegirse en el Senado a pesar de que terminó aceptando la precandidatura única de Xóchitl Gálvez. A Luis E. Cházaro le aplicaron la misma táctica que Alejandro Moreno hizo con Adrián Rubalcava al bajarlo de la contienda interna antes de terminado el proceso para elegir al aspirante mejor posicionado rumbo a la candidatura del Gobierno de la Ciudad de México. Y a Silvano Aureoles, el último gobernador del PRD, no le cumplieron el compromiso para darle la candidatura al Senado a alguien de su grupo político en Michoacán. Todos apoyaron a Jesús Zambrano para que se hiciera de la presidencia del partido y le inyectaron recursos para la sobrevivencia. Uno por uno fueron quedando relegados en medio de los acuerdos para avanzar en la repartición de candidaturas con el PAN y PRI. De por sí se veía difícil salvar el registro del PRD en las elecciones federales de 2024. Ahora será el gran reto para Los Chuchos mantenerlo con vida después de perder identidad. Con la salida de López Obrador inició el ocaso del sol Azteca justo a partir de que este grupo político tomara la presidencia del partido en medio de una batalla con Alejandro Encinas, entonces aspirante a la presidencia del partido. La pelea se judicializó y los tribunales le dieron el triunfo interno a Jesús Ortega. Eso desató la furia de López Obrador, quien empezó a construir su propio movimiento que terminó siendo registrado ante el INE como Morena. Pero lo peor para Los Chuchos se dio en los últimos seis años al perder el 80 por ciento de su militancia. En este período vieron el derrumbe en Tabasco, Quintana Roo, Morelos y Michoacán. ¿Habrá valido la pena la jugada de Zambrano? ¿O terminará siendo chamaqueado por Alito y Marko? ¿Terminarán Los Chuchos echándole el último puño de tierra en junio al ataúd que cada vez se acerca al PRD? Más cuando hace casi mes y medio le congelaron las cuentas al partido. *** Uppercut:  Slim ganó la batalla. Diputados metieron freno a la reducción de la jornada laboral. POR ALEJANDRO SÁNCHEZ

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