Una de las razones de Donald Trump, Presidente estadounidense, para su imposición unilateral arancelaria a lo que de este país salga es el tema de su inseguridad. Y claro que pagar un 25% para que los productos mexicanos pasen la frontera es un robo en despoblado y se justifica con nada. Tampoco hay que hacer a un lado el temor fundado del gobierno gringo. Por décadas uno de los combates en EUA y México ha sido al narcotrafico. Maquinaria terrorista que el crimen organizado ha echado andar para doblegar a cuánta autoridad se le ponga enfrente y lograr su mercado y beneficio. Esta política de seguridad se detuvo en el año 2018 cuando AMLO prefirió tomar una estrategia de ladino en lugar de una frontal. Los abrazos fueron la receta y los balazos de los malos siguió siendo la respuesta. El campo la ciudades y quienes en ellas habitamos y trabajamos sus víctimas. Los gobierno estatales y municipales ni meter las manos pueden sin el apoyo de fuerzas federales. El gobierno federal de entonces perdió su apuesta y tal parece que este tomara el mismo camino.