Las reuniones en el día y la noche. Cortas y largas. Todas siguen el ritmo que la creación de un municipio amerita: Villa de Pozos. Durante estos días y meses -desde que el Congreso hizo su “numerito”- la organización desde su concepción administrativa, política y estratégica para todas sus áreas ha tenido pros y contras, luces y sombras, pero hasta eso se defiende por el apoyo que ha tenido del gobierno del estado y del municipio. Ahora lo que sigue es a partir del día 2 de octubre en que entra en funciones el Consejo que lo presidirá. Y aunque Enrique Galindo ha garantizado continuar con el apoyo, no habrá dinero que administrativamente se pueda soltar sin que este cauce una ilegalidad. Por ello, será importante que el municipio capitalino mida bien “su apoyo” y Pozos mida bien su gestación. Repetimos, la población poceña no tiene la culpa de lo mal planeado, aunque haya sido con buenas intenciones. Y si fue con malas y políticamente personales, entonces sí tengan un poquito de consideración sus responsables, porque fácil no será. Villa de Pozos quería ser un municipio libre y soberano: ¡venga!