Entre los ciudadanos poceños consientes que siguen buscando soluciones al abandono jurídico y administrativo en que un decreto mal hecho los dejó; entre diputados -autores de ese decreto- que les importa un bledo lo que firmaron y las consecuencias de ello, y entre una ambición reflejada no en como se pueda construir un nuevo municipio (su población, su territorio y su gobierno), sino en la que denota cada vez que se les pasa por enfrente el sesgo político y sus dividendos. Así se encuentra Villa de Pozos. Y no se trata de voltear a ver al gobierno municipal capitalino, cuya “obligación”, decretada con una pluma y 20 votos ahora, le tiene entre el compromiso forzado y el reclamo válido de una ciudadanía de aquella nueva municipalidad que no tienen la culpa de lo que ocurrido. Ya se hizo el cálculo de posiciones en cuanto al nuevo consejo que presidirá el nuevo gobierno de Villa de Pozos y lleva mano el PVEM. Como se les ha reiterado, que no vaya a ser el acomodo a modo de posiciones políticas chamberas. Se trata de construir un municipio desde sus cimientos administrativos y todo lo que conlleva. ¿Tendrán recursos? Sí. Pero no se trata de tener un cajón lleno de dinero y después Dios dirá. Por la salud del estado ojalá Pozos no se convierta en un feudo de intereses terrenales y desinteresados de Villa de Pozos. Pobre Villa de Pozos, tan cerca de la capital y tan lejos de una estabilidad.