Gustavo Petro, el presidente de Colombia, ha reconocido que acudir aquí revierte mucho más valor para su país, que ausentarse DAVOS. Todo lo puede esta ciudad de los Alpes Suizos. En el pasado en Davos hemos visto desde la aparición de Donald Trump, hasta la exhibición de los crímenes de guerra de Rusia en lo que solía ser el pabellón ruso dedicado a atraer inversiones.  Y este año 2024 no será excepción. Particularmente por tres peculiaridades sumamente llamativas.  La primera es que Gustavo Petro, el presidente de Colombia, ha reconocido por segunda vez que acudir aquí revierte mucho más valor para su país y para sus causas que ausentarse.  De hecho, en el colmo del convencimiento, Petro ha decidido hacer lo que cualquier líder de la izquierda calificaría de inconfesable: montar un pabellón completo de Colombia en plena calle central de esta ciudad, a pocos metros de donde se realizan las sesiones de la Reunión Anual del Foro Económico Mundial. Bajo el nombre de Casa Colombia, el pabellón colombiano será uno de los más visitados y donde el propio Petro y su ministro de Finanzas estarán recibiendo invitados. Nada se equipara a este triunfo del capitalismo.  La segunda es la gran relevancia que, en las últimas ediciones, y en esta en particular, están tomando los países árabes. La presencia de decenas de miembros de gabinetes y empresarios de países como Emiratos Árabes Unidos, Catar, Kuwait o Arabia Saudita revelan una conciencia muy elevada del rol que ya juegan estas naciones en la agenda global.  El propio primer ministro de Catar tendrá una sesión especial y, si a eso sumamos los miembros de gabinete de países como Jordania, Irak y hasta Irán (sí, Irán), es claro que el poderío de este Foro no está a discusión.  La tercera es la posibilidad de que la distensión de la relación Estados Unidos con China pueda pasar aquí a una segunda fase, una de cooperación o acuerdo económico, luego de la reunión que sostuvieron Joe Biden y Xi Jinping en noviembre, cuando acordaron que las fuerzas armadas de ambos países retomarían la comunicación.  Pero en esta ocasión, aquí en Davos, serán los segundos personajes al mando de ambos países los que podrían hacer evolucionar la nueva relación chino-estadounidense, debido a que de último minuto ha confirmado su asistencia el secretario de Estado Antony Blinken, mientras el primer ministro Li Qiang ofrecerá, junto con su amplísima delegación china, uno de los ágapes más esperados por los dos mil 800 líderes reunidos en los Alpes. Veremos.  INTEL  EL CEO de Intel Pat Gelsinger tendrá una de las intervenciones más relevantes del Foro. En su discurso dirá que su empresa está comprometida con “garantizar una cadena de suministro global de semiconductores geodiversa, resistente, ágil, eficiente y segura”. Afirmará que la Inteligencia Artificial (IA) debe tener un “progreso responsable”, y que su llegada implica un “cambio generacional” en la informática. POR: CARLOS MOTA

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