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Tratando de no moverse a destiempo, observando la función que ofrecen la 4T y el Frente...
00:03 sábado 26 agosto, 2023
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Tratando de no moverse a destiempo, observando la función que ofrecen la 4T y el Frente, e intentando administrarse para negociar, Movimiento Ciudadano entró en crisis Tratando de no moverse a destiempo, observando la función que ofrecen la 4T y el Frente, e intentando administrarse para negociar, Movimiento Ciudadano entró en crisis. Adelantados y brincándose la legislación electoral, Morena y el Frente precipitaron sus campañas internas, pero lograron mantener la unidad. Artificial, si se quiere. Pero no hay rupturas. Ambas esquinas le han dado cauce al desfogue de la efervescencia, han encontrado mecanismos para mantener una ruta de cohesión y están por definir a sus virtuales candidatos presidenciales. En MC, las cosas son distintas. No sólo no hay una ruta clara, sino que las posiciones internas, entre quienes quieren caminar solos rumbo a 2024 y aquellos que promueven sumarse a una eventual alianza, lucen cada vez más irreconciliables. Esta semana, el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, de plano “pintó su raya” con el partido naranja y anunció que se va. “Suerte”, les deseó. “No acompañaré más a Movimiento Ciudadano”. Alfaro puede ser bueno o malo como gobernador, pero para ganar elecciones es eficaz. Convirtió a MC en la primera fuerza en su estado. La mitad del grupo parlamentario naranja en la cámara de diputados es de Jalisco, también su coordinador en el Senado. Todos ellos, diputados locales (la mayoría en el Congreso estatal) y decenas de alcaldes, firmaron un despegado apoyando al mandatario estatal. La respuesta de Dante Delgado, líder del partido, no fue conciliadora. Respondió acusando que al más puro estilo “de la vieja política” les hicieron firmar el posicionamiento sin enterarlos del mismo. Ningún legislador jalisciense respaldó esos dichos. MC va a un “callejón sin salida”. Mientras más tiempo pasa, menor margen de maniobra tiene MC. Dante Delgado se atrinchera en lo suyo: ya ha dicho varias veces que su partido irá solo en 2024; sin alianzas. El problema es que, primero, no todos sus integrantes piensan en el mismo sentido. Segundo, las opciones al interior se redujeron a dos: Luis Donaldo Colosio, a quien no le entusiasma demasiado la idea, y Samuel García, que sí quiere. Y tercero, cada vez más voces dentro de MC simpatizan con opciones externas, sobre todo ante la creciente expectativa entorno a Xóchitl Gálvez que, apenas hace un par de días, volvió a “tender la mano” a Dante, Alfaro (con quien ayer se reunió en Casa Jalisco) y todo MC, como ya lo había hecho. “A mí sí me gustaría que MC estuviera con nosotros, estoy convencida que puedo representar una agenda con la que el partido naranja se sienta orgulloso”, me dijo Xóchitl el pasado miércoles en la radio. El partido naranja pretendía “lavar la ropa sucia en casa”, pero se les acumuló demasiada y las diferencias —con visos de ruptura— son inocultables. La realidad de la disputa se impone. Dante empuja a Colosio —como primera opción— y García —como segunda— como posibles candidatos presidenciales; Alfaro ya se ‘bajó’. Dante tiene pocas opciones. Es alguno de ellos, ¿o esperar que Marcelo Ebrard rompa en la 4T? Él ha dicho demasiadas veces que no se irá. La maniobra sería complicada. Varias voces al interior empujarían ir con Xóchitl si resulta ganadora en el Frente.
¿Qué haría que Dante cambiara de opinión? Que la expectativa de triunfo de una candidatura a la que se sumaran fuera real. Y claro, un generoso reparto de espacios y posiciones. Porque para perder, mejor solos que en alianza, pensará. POR MANUEL LÓPEZ SAN MARTÍN
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