La relación entre la administración municipal de Cadereyta de Montes ―encabezada por Astrid Ortega― y el Gobierno del Estado de Querétaro parece fragmentarse todavía más. Eric Gudiño, titular de la Secretaría de Gobierno estatal, declaró que la reunión que tenían programada para la tarde del 19 de noviembre en el Palacio de Gobierno no tuvo lugar debido a una “falta de apertura” por parte de la alcaldesa; mientras que Ortega denunció un trato hostil e intento de intimidación por parte de las autoridades. “Al final platiqué con ella, le pedí que me explicara cuál era la intención, simplemente dijo que no estábamos respetando su imagen, que porque había un fotógrafo. Le expliqué que es parte de los protocolos, que incluso la fotografía ni siquiera se pensaba subir. El gobernador tiene una agenda constante y, normalmente, por protocolo y, además por temas, que nosotros hacemos aquí que hay que hacer público lo que el gobernador hace, normalmente sacamos fotografías”, explicó el secretario durante su declaración. Indicó que otro de los protocolos que provocó la molestia de la alcaldesa fue que se restringió el acceso a la reunión con su celular. De igual manera expresó que pese a que no se mantuvo la reunión, se mantendrá la puerta abierta, pero que “no caerán en ese tipo de juegos”, y que el Gobierno estatal continuará trabajando en Cadereyta. Por su parte, Astrid Ortega publicó en sus redes sociales que el encuentro se vio imposibilitado por “una actitud de machismo, misoginia y de un intento de amedrentación”, ya que, desde el primer filtro, indicó que se le restringió el ingreso a su equipo, que, en su mayoría está conformado por mujeres, y se le prohibió ingresar con su celular y los documentos que traía consigo. “Me dispuse a escuchar lo que el gobernador porque tenía que decirme, porque me quedó claro que no era una reunión para que yo expusiera lo que quería decir o solicitar”, expuso la edil. Pero “la gota de derramó el vaso” fue que no se acató su solicitud de que el registro fotográfico se realizara hasta el final: “Yo vine a tratar temas de trabajo, de relevancia para la población de Cadereyta, no vine para pedirle foto al gobernador (…) Y a estas alturas yo no tenía la información conmigo”. Relató que Mauricio Kuri González expresó que “ella no estaba ahí para decidir” y que “no decidía si se tomaban o no las fotografías”, una vez que ella reiteró su petición al comienzo de la reunión. A lo que ella respondió que “sobre su imagen” y su “persona”, “por supuesto decido yo”. Ortega señaló el trato como un acto de discriminación y violencia simbólica. Lamentó que al final no se pudo exponer temas como la rehabilitación de los deslaves y derrumbes en su municipio, el que se les haya dejado fuera del Programa Municipalizado de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario, su exclusión ―por segundo año consecutivo― del Festival Alegría, la falta de funcionamiento del sistema de agua, entre otros. Concluyó señalando que no “claudicaría en su empeño” para que Cadereyta sea escuchada por el Gobierno estatal.