Durante la temporada navideña, diversas personas pueden experimentar síntomas de tristeza, ansiedad o melancolía, por lo que es fundamental no minimizar las afectaciones a la salud mental y buscar apoyo profesional oportuno, advirtió Ángel Pimentel, presidente del Colegio de Profesionales de la Psicología del Estado de Jalisco. En entrevista para “Así las Cosas”, el especialista explicó que en estas fechas suele presentarse lo que socialmente se conoce como tristeza o depresión estacional, un fenómeno que, si bien no constituye un diagnóstico médico formal, sí reúne características psicosociales similares a las de un cuadro depresivo. “Es importante diferenciar entre una tristeza pasajera y un trastorno depresivo mayor. En este último ya existen alteraciones en el sueño, el apetito, la sexualidad, el movimiento y la motivación”, señaló. Pimentel indicó que durante las fiestas decembrinas influyen diversos factores emocionales, como la pérdida de un ser querido, rupturas de pareja, conflictos familiares o el estrés económico derivado de las expectativas sociales, los regalos y los compromisos de fin de año, lo que puede detonar síntomas como irritabilidad, ansiedad, desánimo y preocupación constante. Ante este panorama, subrayó que lo más recomendable es acudir con un especialista en salud mental, como psicólogos, psicoterapeutas o psiquiatras, y evitar forzarse a cumplir expectativas sociales cuando emocionalmente no se está en condiciones de hacerlo. “Buscar ayuda profesional no es una señal de debilidad. Al contrario, es una acción responsable con uno mismo”, afirmó. El presidente del Colegio de Psicólogos también enfatizó la importancia del acompañamiento social y familiar, destacando que escuchar sin juzgar puede marcar una gran diferencia para alguien que atraviesa un momento difícil. “Si una persona se acerca a nosotros, lo primero es escuchar con atención, sin minimizar lo que siente y sin emitir juicios. Y si la situación rebasa nuestras posibilidades de apoyo, debemos canalizarla con un profesional”, puntualizó. Asimismo, alertó sobre signos de alarma que no deben pasarse por alto, como la disminución de actividades cotidianas, aislamiento social, cambios en el apetito o el sueño, irritabilidad constante y conductas inusuales. En niñas, niños y adolescentes, explicó, la depresión suele manifestarse principalmente a través de cambios de conducta. En cuanto a los grupos más vulnerables, Pimentel señaló que las mujeres presentan mayores índices de síntomas depresivos, aunque los hombres registran mayores tasas de suicidio, debido a que suelen pedir menos ayuda y utilizar métodos más letales. También advirtió sobre la creciente afectación emocional en adolescentes y en grupos históricamente vulnerables, como personas con discapacidad, en situación de calle y de la diversidad sexual. Finalmente, recordó que, ante una crisis emocional grave o ideación suicida, existen líneas de atención disponibles las 24 horas, como la Línea de la Vida (800 911 2000) a nivel nacional y el 075 en Jalisco. “El mensaje es claro: hablen de lo que les duele, pidan ayuda y recuerden que hablar de salud mental es necesario. Nadie tiene que enfrentar estas situaciones en soledad”, concluyó.