Una semana después de un ataque que costó la vida a tres estadunidenses en Siria, Estados Unidos anunció haber golpeado la madrugada del sábado los “bastiones” del grupo yihadista Estado Islámico (EI), matando al menos a cinco de sus miembros.

Las fuerzas estadunidenses bombardearon más de 70 objetivos en Siria, informó el Pentágono, en el marco de una importante operación militar contra el EI.

Jordania prestó su apoyo a esta operación destinada a “impedir que las organizaciones extremistas exploten” el sur de Siria para lanzar atentados “que amenacen la seguridad de sus vecinos y de la región”, explicó el ejército en un comunicado.

El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos precisó que al menos cinco miembros del EI, incluido el líder de una célula, fallecieron en los ataques.

El director de la ONG, Rami Abdel Rahman, dijo que la célula bombardeada era responsable de operar drones en la zona.

El presidente Donald Trump describió la ofensiva en su red Truth Social como una “represalia muy seria”, y dijo que fue una respuesta al atentado que mató a tres estadunidenses el pasado fin de semana en Palmira, que en su día estuvo bajo control de combatientes yihadistas.

El Comando Central de Estados Unidos (Centcom) indicó que desde el ataque en Palmira las fuerzas estadunidenses y aliadas “realizaron 10 operaciones en Siria e Irak que resultaron en la muerte o detención de 23 efectivos terroristas”, sin especificar de qué grupos.

El ataque contra tropas estadunidenses en Siria fue el primer incidente de este tipo desde el derrocamiento de Bashar al Asad en diciembre del año pasado.

El personal estadunidense atacado apoyaba la Operación Inherent Resolve, una coalición internacional para combatir al EI.

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Con información de Excélsior