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Teníamos al INE, el INAI y la CNDH con una salud razonablemente buena...
00:04 lunes 15 mayo, 2023
Colaboradores
Teníamos al INE, el INAI y la CNDH con una salud razonablemente buena. También una relación sana, Respetuosa y productiva con España Un argumento para votar por el licenciado López en 2018, muy repetido, es que hasta ese año y de varios atrás, el país, para decirlo en una palabra, estaba roto, en todos los terrenos. Para decirlo también en una palabra, me parece, con todo respeto y todo cariño, un argumento insostenible. La discusión en torno a los motivos de muchos para votar por el licenciado admite muchos matices: no cabe la descalificación a lo bestia, no. Hay que escuchar a los que hicieron esa apuesta. Por supuesto, teníamos problemas graves, desde la pobreza y la desigualdad inaceptables, masivas, hasta la violencia y, sí, la corrupción. Lo que pasa es que, al mismo tiempo, teníamos unas cuantas virtudes que nos mantenían a flote. Teníamos, de entrada, una economía con crecimientos piterones, pero sostenidos, incluso en años de bancarrota mundial. Consecuentemente, teníamos también cierta capacidad para disminuir los niveles de pobreza, sobre todo de la extrema, cierto que en mucha menor medida de lo deseable. Teníamos una relación decente con nuestros vecinos y socios del norte, incluso a pesar del cortocircuito que llegó a ponerle Trump a dicha relación. Teníamos el Seguro Popular. Funcionaba, sí. No éramos Noruega, ni de lejos, pero estábamos unos cuantos pasos más cerca que ahora. Como 15 millones de personas con cobertura más cerca. Teníamos ganancias en la CFE, y muchos, muchos menos cortes de luz. O pastizales quemados. Teníamos al ejército en las calles, pero no a cargo de construir aeropuertos o trenes, avalar becas y demás, y teníamos un contrapeso policiaco, o sea civil, con todos sus muchos defectos. Teníamos vacunas, y no brebajes cubanos; de hecho, teníamos un sistema de vacunación bastante bueno. Sobre todo, teníamos al INE, el INAI y la CNDH con una salud razonablemente buena. Teníamos fideicomisos, que cómo se extrañan, ¿verdad? Teníamos también una relación sana, respetuosa y productiva con España, un país que no, no ha saqueado a México. Recordarlo es importante porque si de algo hay que cuidarse, en este mundo y este siglo, es de los vendedores de Apocalipsis, que son, siempre, salvapatrias: líderes iluminados. Bien, los iluminados sí que nos tienen en el quebranto: 750 mil muertos por COVID, cuatro millones de pobres que no existían, los mencionados millones sin servicios de salud, la CFE en bancarrota, amenazas de ruptura con España, la CNDH así como la ven, el INE y el INAI bajo fuego, etcétera. O sea, y hay que subrayarlo: tenemos lo nunca visto. No éramos esto y, hay que subrayarlo también, no teníamos por qué serlo. Cualquier análisis de lo que pasó en 2018, cualquier intento de racionalizar el voto obradorista, propio o ajeno, debería pasar por esa masa de evidencias. Los vendedores de Apocalipsis, digamos lo obvio, suelen traer Apocalipsis verdaderos.
Julio Patán
Colaborador
@juliopatan09