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Recientemente hemos visto y escuchado la cantidad inmensa de dinero que el gobierno...
00:02 jueves 8 septiembre, 2022
Colaboradores
Recientemente hemos visto y escuchado la cantidad inmensa de dinero que el gobierno ha ahorrado gracias al plan de cero corrupciones y estiman que se trata de una cifra de alrededor de 2.4 billones de pesos, lo cual en apariencia es muy bueno, pero si este ahorro no se utiliza o canaliza de manera adecuada simplemente no sirve de nada. De acuerdo con la política keynesiana el ahorro es fundamental para la estabilidad de las familias y sobre todo para contribuir con el crecimiento económico del país, la teoría se fundamenta en que el ahorro de las personas se deposita en instituciones financieras y es este mismo dinero el que se utiliza para otorgar préstamos o créditos ya sea para el consumo o como parte de una inversión en alguna empresa. Estos créditos al consumo, los hipotecarios o los que están dirigidos hacia la adquisición de una automóvil, promueven a través de la compra el crecimiento económico, permitiendo adquirir ciertos productos que de otra manera el consumidor no podría hacerlo y en el caso de las empresas este mismo ahorro permiten que las mismas adquieran maquinaria y equipo entre otras cosas también con miras al crecimiento. Dado lo anterior estos 2.4 billones de pesos resultan verdaderamente importantes y le comento por qué en tres puntos. Primero, surgen varios cuestionamientos ¿cómo es que se ahorra?, ¿en cuál o cuáles dependencias se llevaron a cabo dichos ahorros? ¿cómo se llegó a esa cifra?, ¿cuál es el mecanismo mediante el cual la cero corrupción se ahorra esa cantidad?, y finalmente ¿dónde está o en que se gastó el dinero sobrante?, cuestiones que aún no tienen respuesta? Segundo, si el dinero ahorrado se fue -literalmente- en regalarlo a las personas, el beneficio será temporal y quedará anulado en el corto plazo, pues es probable que no exista una manera adicional de generar más dinero por parte del gobierno a menos que sea a costa de impuestos, créditos o lo peor escasez de servicios públicos. Tercero, ese ahorro debe aplicarse a actividades o inversiones que multipliquen el monto invertido, de tal manera que siempre se tenga recursos suficientes para hacer frente a posibles dificultades en el futuro, o bien, simplemente para apuntalar la economía nacional En fin, observando la cantidad ahorrada, México no puede darse el gusto de desperdiciarlo y debería ser -este ahorro- la base de despegue económico, bueno… si es que son ciertas esas cifras. Twitter: @Oliver_Arroyo
Instagram: olarroyo
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