Los efectos negativos del Brexit llevan tiempo siendo una realidad aunque el debate político permanezca estancado y la salida efectiva de Reino Unido ni siquiera se haya producido aún. El número de inmigrantes del resto de la Unión Europea a este país ha registrado su cifra más baja de los últimos 6 años, según los datos publicados ayer por la Oficina Nacional de Estadística. Es el llamado "brexodo", que congela o anula decisiones personales de acudir a trabajar a Reino Unido o decisiones empresariales de contratar a empleados comunitarios por la incertidumbre que ha desatado el proceso. A pesar de que los trabajadores que entraron superaron en 74 mil a los que abandonaron el país hasta junio de 2018, se trata de la cifra más baja desde 2012. En cambio, el número de ciudadanos extracomunitarios que llegan al país fue el mayor desde 2004. La cifra de los que han entrado a trabajar al país hasta el pasado junio supera en 248 mil personas a la de los que se han ido. La mayoría de ellos proceden de países asiáticos. La Primera Ministra,Theresa May, ha hecho bandera del control de la inmigración, y asegura constantemente que con el acuerdo del Brexit cerrado con Bruselas -y que aún debe ratificar el Parlamento británico-, Reino Unido pondrá fin a la libertad de movimiento de ciudadanos procedentes del eurogrupo. Su nuevo sistema de inmigración, todavía por definir, priorizará las cualidades y méritos académicos o laborales del solicitante por delante de su origen. --

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