Michael Tabudravu, un neozelandés que vivió para contarlo, subió a su cuenta de Facebook la grabación del momento en el que se detiene en la carretera que une al distrito de Gisborne y la bahía de Plenty. Lo hizo porque vio caer una tenue hilera de piedras que comenzaban a salpìcar el camino. Tras aparcar a unos metros, se acercó con su teléfono para tener una mejor toma, pero en segundos la hilera de piedras se convirtió en un terrible alud que estuvo a metros de sepultarlo.  Cuando casi todas las piedras terminan de caer, el hombre se da cuenta del riesgo y corre hacia la parte de atrás de su automóvil. Esa reacción tardía, de haber estado tres metros adelante, le habría costado la vida.  Sin embargo, su nombre ahora figura en muchos portales del mundo, pues la imagen se volvió viral.  Tras la viralización del video, autoridades del condado de Gisborne, informaron que la carretera fue cerrada y los contratistas limpiaron el sitio donde ocurrió el deslizamiento, además de que ingenieros geotécnicos están evaluando actualmente la estabilidad del lugar. "Hasta que esas evaluaciones se hayan concretado, es muy pronto para predecir cuándo el camino será capaz de volver a abrirse de manera segura al tráfico. Vamos a seguir proporcionando actualizaciones en nuestros medios sociales y en el sitio web", precisaron. "La Agencia de transporte de Nueva Zelanda agradece a los usuarios de la carretera por su comprensión y paciencia".   -- EXCELSIOR