Paul Tagliabue, excomisionado de la NFL, será integrante del Salón de la Fama, lográndolo en su quinto intento. Tagliabue y el exgerente general de los Gigantes de Nueva York, George Young, fueron elegidos para formar parte del Salón de la Fama en Canton, Ohio, como contribuyentes. Cliff Harris, exsafety de los Vaqueros de Dallas, y Mac Speedie, exreceptor de los Cafés de Cleveland, completan el grupo de la clase del centenario de la NFL, que fue anunciada ayer. Se trata de un grupo de 15 personalidades, incluyendo a tres contribuyentes y dos entrenadores. Tagliabue reemplazó a Pete Rozelle como comisionado de la liga en 1989 y estuvo al frente 17 años, periodo de tranquilidad laboral, la expansión a 32 equipos y remodelación de estadios. Las ganancias televisivas de la NFL se dispararon bajo Tagliabue, además de establecer el sistema de pensiones para jugadores en retiro. El tema que aparentemente lo dejó fuera en selecciones anteriores fue el manejo por parte de la NFL de las conmociones y traumas cerebrales. Pero como ocurre con todos los comisionados, Tagliabue cumplía las órdenes de sus jefes, los dueños de los equipos. Mi mayor apreciación al Salón de la Fama e igualmente para todas las personas que trabajaron conmigo por casi 50 años en la NFL’’, dijo Tagliabue.

El futbol americano es el máximo deporte de equipo”, agregó.

El actual comisionado Roger Goodell aseguró que Tagliabue es “una persona que hizo una gran diferencia en el deporte. Creo que cuando revisas su carrera, lo llevó a la era moderna y no sólo desde el punto de vista del negocio. Entendió como la comunidad y la NFL deben operar en conjunto’’. Young, quien también trabajó con Tagliabue en las oficinas de la liga, fue ejecutivo de los Potros y los Delfines antes de llegar y darle un giro a unos moribundos Gigantes. Nueva York ganó dos Super Bowl con él.

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Excelsior