Si la subcontratación garantiza el respeto a los derechos de los trabajadores, con base en una correcta reglamentación e implementación, esta práctica tiene el potencial de impulsar la economía formal y aumentar la competitividad del país, “al eficientar el funcionamiento del mercado laboral”, consideró Manuel Molano, director general del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO). De acuerdo con un diagnóstico realizado por el centro de investigación, se debe generar una regulación que frene a las compañías que otorgan dicho servicio con el propósito de evadir impuestos y responsabilidades, lo que afecta a los trabajadores, al Gobierno y a las empresas que sí cumplen con la ley. La propuesta del IMCO para frenar la simulación es generar, dentro de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), un registro de empresas de outsourcing, con el fin de resolver los problemas de falta de control y monitoreo en este sector. Además, crear un mecanismo adecuado que valide el cumplimiento de la regulación existente en materia de subcontratación a través de una certificación. También puso sobre la mesa la posibilidad de crear una comisión intersecretarial conformada por la Secretaría del Trabajo, el Servicio de Administración Tributaria (SAT), el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) y la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar), que tenga como objetivo la inspección y vigilancia del régimen de subcontratación.  “Coordinar la creación de un sistema de información que tenga interoperabilidad para validar y confirmar datos de nómina entre las distintas autoridades recaudatorias, así como generar requisitos de información sobre las condiciones en que los trabajadores subcontratados prestarán sus servicios en las empresas contratantes” son acciones que contribuirían a cerrar el paso a la simulación. Todo lo anterior debe ir acompañado de acciones para informar y capacitar a los trabajadores sobre sus derechos para evitar malas prácticas. “Los sistemas de información de las autoridades recaudatorias están desarticulados, esto genera espacios que son aprovechados por empresas que simulan la subcontratación sólo para evadir el pago de impuestos”, señala el documento. La subcontratación, también conocida como outsourcing, es una práctica de negocio en la que una compañía contrata a una empresa externa y especializada, la cual le brinda trabajadores y administra la relación laboral con ellos. La subcontratación es una práctica común. Sin embargo, en México la discusión sobre el tema se centra en la simulación de esta actividad, ya que hay firmas que fingen otorgar dicho servicio con el propósito de evadir impuestos y responsabilidades laborales, sin ser sancionadas. De acuerdo con Molano, si se desarrolla un esquema de límites, responsabilidades y consecuencias este esquema de trabajo será positivo para el país.   ¿Qué es el outsourcing?

De acuerdo con la Ley Federal del Trabajo (LFT), la subcontratación es aquella por medio de la cual un patrón, contratista, ejecuta obras o presta servicios con sus trabajadores bajo su dependencia, a favor de un contratante, persona física o moral, la cual fija las tareas del contratista y lo supervisa en el desarrollo de los servicios o la ejecución de las obras contratadas. La legislación establece que esta figura no puede abarcar la totalidad de las actividades, iguales o similares, que se desarrollen en el centro de trabajo, además debe justificarse por su carácter especializado y no puede comprender tareas iguales o similares a las que realiza el resto de los trabajadores. -- Con información de Dinero en Imagen Foto: My Press