Pareciera que la tercera ola del COVID-19 que lo mismo le ha pegado a España, que a Francia o Italia, se ha tragado a las autoridades del sector salud en nuestro país.

La sonrisa del galeno Hugo López Gatell se ha perdido, el error de señalar a los niños con Cáncer y sus padres de familia como parte de la oposición a la “Cuarta Transformación”, que ya no encuentra salida ante los señalamientos internacionales por el mal manejo de la pandemia, y claro por la ineficiencia del Sector Salud para atender conflictos como el de los tratamientos para el cáncer, que lleva ya más de dos años sin solución.

Hay quienes señalan que en el tema el Presidente de la República no recibió buena información ni asesoría, por lo que desde el principio fueron entrando a un callejón sin salida, que a mediano y largo plazo, será la tumba del Subsecretario López Gatell, pese a sus lealtades incondicionales hacia Andrés Manuel López Obrador.  Ahora esta nueva etapa de contagios ataca a población joven entre 14 y 33 años, esos jóvenes que están cansados del encierro y con el pretexto de que padres y abuelos ya están vacunados han decidido salir a las calles retomar sus actividades sociales y conquistar el mundo. Así las autoridades se ven rebasadas sin autoridad y prefieren sobrellevar los contratos bajo el argumento de que quienes se tenían que morir, ya han muerto.