Un joven de 19 años violó a una adolescente mientras ella moría de una sobredosis y tomó fotografías que después compartió con sus amigos. Después de abusar de Alyssa Mae Noceda, de 18 años, y dejar el cuerpo en su casa, Brian Varela se fue a trabajar como cualquier día. La policía de Washington arrestó al joven luego de que algunos de sus compañeros del empleo dieran aviso a las autoridades de que Varela presumía que había dejado morir a Alyssa y constataron la información con una publicación en Facebook de Gina Pierson, madre de la adolescente, quien la buscaba, informaron los sitios The Herald y BuzzFeed News. Pierson dejó de comunciarse con su hija desde que ella fue a una fiesta en un parque de casas de remolque, unos días antes. Tras la detención de Varela, la policía inspeccionó su departamento, donde encontró el cuerpo de Alyssa dentro de un bote de plástico color negro. Cuando fue arrestado, el joven de 19 años, conocido por vender drogas como mariguana, ácidos, cocaína y píldoras de percocet (medicamentos para el dolor), dijo a las autoridades que él y Alyssa se conocían desde hacía varios años y que solían platicar vía Snapchat y que, cuando se vieron, la joven había terminado con su novio y quería asistir a una fiesta. La joven inhaló una línea de percocet y, después de un rato, Varela le ofreción THC líquido, lo que provocó que Alyssa colapsara y quedara inconsciente. Brian Valera aprovechó el momento para abusar sexualmente de la adolescente. Algunos de sus amigos dijeron a la policía que el joven les envió mensajes diciéndoles que "no sabía si estaba viva o muerta cuando eyaculó en ella" y que "ella murió teniendo sexo" con él. Aunque Valera consideró llevar a la muchacha a un hospital, dijo a sus amigos que estaba muy cansado para hacerlo y se fue a dormir. Al día siguiente, mostró el cuerpo a sus roomates, quienes le pidieron que llamara a la policía, pero el joven se negó, cerró su habitación y se fue a trabajar Algunos compañeros de empleo de Brian declararon a las autoridades que actuaba extraño y que repetía que debía enterrar un cadáver. Luego, el joven de 19 años contó a la policía que rompió las piernas de Alyssa para que el cuerpo cupiera en un bote negro que planeaba llenar con cebollas y enterrar. Además, se enteró por redes sociales que su familia la buscaba, por lo que usó el pulgar de la joven para desbloquear su celular y subió una historia a Snapchat para hacer parecer que había huido. Luego tiró el gadget en un bosque cercano que fue encontrado por las autoridades. El joven es acusado de homicidio involuntario en primer grado, violación sexual en segundo grado y homicidio con sustancias controladas. -- MILENIO