Falta sólo un episodio para que Falcon y el Soldado del Invierno llegue a su fin, y todo parece indicar que Sam Wilson se convertirá en el primer Capitán América negro, al menos oficialmente. Porque la serie ya presentó hace varios capítulos al anciano Isaiah Bradley, uno de los primeros súper soldados, cuya historia se ha revelado... y es absolutamente devastadora. En el episodio 5, tras enfrentarse a John Walker y arrebatarle el escudo, Sam vuelve a visitar a Isaiah para conocer toda la verdad sobre su historia, una oscura versión de la idealizada vida de Steve Rogers, sembrada de dolor, pérdida y desolación. Con Sam planteándose asumir el manto del Capitán América, el curtido Isaiah le relata su trágica existencia. Tal y como narra tras mostrar sus horribles cicatrices, en los años 50 formó parte de un grupo experimental de combatientes negros al que les aplicaron el suero del súper soldado para usarlos como fuerza de asalto prescindible en la Guerra de Corea. De entre todos los sujetos, Bradley fue el único que sobrevivió al suero.

Foto: marvel  Fue en esos tiempos cuando HYDRA mandó al Soldado del Invierno a Goyang, donde se enfrentó con Isaiah y como resultado acabó perdiendo su brazo. La organización terrorista temía que Bradley se convirtiera en el nuevo Steve Rogers, algo que el propio Gobierno de Estados Unidos jamás habría permitido. Muchos de sus compañeros fueron apresados y retenidos en un campo de concentración. Cuando Isaiah escuchó a los altos mandos hablar sobre bombardear todo el campamento para eliminar a los súper soldados, Bradley se reveló y les ayudó a escapar, convirtiéndose en un prófugo. De poco sirvió ya que el resto de soldados murieron y él, finalmente, fue apresado y condenado por su desacato.

30 AÑOS DE EXPERIMENTOS Y TORTURAS

Siendo el único superviviente al suero del súper soldado, Isaiah se volvió un activo muy valioso tanto para el Gobierno -que le encarceló y borró su existencia de los archivos- como de HYDRA, ambos obsesionados con replicar el compuesto.

Durante 30 años ambos bandos estuvieron experimentando con Bradley hasta que, gracias a una enfermera que se apiadó de él y falsificó su ficha de defunción, logró escapar de ese infierno. Sólo para descubrir que su esposa -cuyas cartas le habían ocultado todos esos años- falleció pensando que él había muerto.

RETORCIENDO LA HISTORIA DE STEVE ROGERS

Lo interesante aquí son las similitudes y diferencias entre la trágica historia de Bradley y la heroica vida de Steve Rogers. Ambos fueron sometidos al suero del súper soldado -en el caso de Isaiah con el enorme agravante de que se lo administraron sin su consentimiento- y los dos llevaron a cabo la misión de traer de vuelta sanos y salvos a sus compañeros apresados. Sin embargo, mientras que Rogers fue condecorado y ensalzado como un héroe, Isaiah fue condenado como desertor, y pasó el resto de su vida siendo un fantasma, ocultado al mundo y repudiado sólo por su color de piel, como muchos soldados estadounidenses en la vida real. La historia del anciano le plantea un gran dilema a Sam Wilson, uno que tristemente sigue estando de actualidad. Por un lado, dado su desgarrador pasado, cree que la sociedad no permitirá que un negro sea el Capitán América. Por el otro lado, para Isaiah Estados Unidos no significa nada, puesto que sólo le ha causado sufrimiento y traición, y cree que ningún afroamericano debería querer llevar el traje de las barras y estrellas. Con esto, la serie refleja el problema del racismo y de la supremacía, presente ya desde la década de los 50, y lo traslada a la actualidad, generando un interesante debate sobre qué significa realmente ser el Capitán América y quién es digno de tal epíteto, que ha sido desde el principio el leiv motiv de Falcon y el Soldado de Invierno.

-- Excélsior