La determinación de la Secretaría de Educación Pública (SEP) de eliminar la reprobación de los grados de 1° y 2° de primaria fue acertada, ya que con ello se evitará que estos menores sean estigmatizados, sean víctimas de bullying y se desmotiven debido a haberse atrasado un año, consideraron expertos en educación. El pasado 29 de marzo se publicaron las nuevas Normas Generales para la Evaluación del Aprendizaje, Acreditación, Promoción, Regularización y Certificación de los Educandos de la Educación Básica, que plantean que preescolar, primero y segundo de primaria se acreditan con el solo hecho de haber cursado el grado correspondiente, sin establecer un porcentaje mínimo de asistencias. Las anteriores normas, que se publicaron el 7 de junio de 2018, señalaban que para aprobar primero de primaria se requería contar con el 80% por las asistencias en todo el año, mientras que para segundo se requería cumplir este mismo requisito, sumado a haber aprobado las materias de Matemáticas y Español. NIÑOS REPROBADOS NO APRENDEN

Manuel Gil Antón, profesor del Centro de Estudios Sociológicos de El Colegio de México, dijo que el reprobar a alumnos en la educación básica, lejos de ayudar, afecta el aprendizaje del niño y le abre la puerta a la deserción escolar, ya que se estigmatiza a esos estudiantes, bajo la etiqueta de “burros” o “tontos”, además de que les impide la convivencia con los compañeros de su misma edad. El experto apuntó que existe la mala percepción de que “reprobar” es sinónimo de “calidad educativa”, sin embargo, es todo lo contrario, ya que la reprobación de alumnos habla de una mala calidad en la enseñanza y dijo que “estamos obsesionados” con medir el aprendizaje con base en una calificación numérica o un porcentaje de asistencias a clases, cuando lo que se debe priorizar es el desarrollo cognitivo de las personas, por lo que consideró acertado que no se establezca un porcentaje de asistencias para aprobar primero y segundo de primaria. El profesor de El Colegio de México señaló que lo que se debe hacer es establecer un sistema en el que, no se repruebe al alumno, sino que se le comunique al profesor del siguiente grado las deficiencias que tiene el estudiante, con el fin de que se le otorgue una atención especial o en su defecto que se realicen cursos de verano, en los que el alumno atrasado en ciertos aprendizajes pueda regularizarse, ya que dijo que cada alumno lleva un ritmo de aprendizaje distinto y el sistema educativo debe adaptarse a ello. EN EUROPA NO EXISTE LA REPROBACIÓN

El experto en educación Diego Juárez Bolaños dijo que el que se repruebe a un niño de 6 o 7 años, lo desmotiva para seguir cursando el resto de su educación básica, además de que es sujeto de burlas de sus compañeros por haberse atrasado, por lo que coincidió en que es acertada esta determinación, sin embargo, dijo que esta medida debe complementarse con programas especiales de regularización de estudiantes que no obtuvieron ciertos aprendizajes. Juárez Bolaños explicó que en países europeos y algunos latinoamericanos, como Cuba, está prohibido reprobar alumnos, sin embargo, existen esquemas que les permiten regularizarse en sus aprendizajes; además de que también se debe conformar grupos interdisciplinarios que analicen el por qué el niño no avanza tan rápido en sus aprendizajes, ya que muchas veces se debe a factores externos, como desnutrición, maltrato infantil o largos traslados desde su casa a la escuela. Añadió que actualmente ya hay muchos niños que, por presiones de los padres de familia, no reprueban, sin embargo, sí están muy atrasados en aprendizaje y principalmente en escuelas rurales se encuentran alumnos de quinto o sexto de primaria que todavía no saben leer ni escribir, por lo que el debate no debe estar en si se reprueba o no al alumno, sino en qué se debe hacer para que estos jóvenes que están atrasados puedan regularizarse. SERÁ MÁS DIFÍCIL APROBAR SECUNDARIA

Las nuevas normas para la acreditación de los educandos de la educación básica estipulan que para aprobar tercero, cuarto y quinto de primaria y primero y segundo de secundaria, el alumno deberá cumplir con 80% de asistencias, tener un promedio final mínimo de 6 y haber aprobado al menos seis asignaturas; mientras que para aprobar sexto de primaria y tercero de secundaria, deberá cumplir con 80 por ciento de asistencias y tener un promedio final mínimo de 6 en todas las asignaturas.  Las normas anteriores obligaban solo a aprobar Español y Matemáticas y a tener un promedio general de 6 en el resto de las asignaturas, es decir, que eran un poco más flexibles en el resto de los grados de educación básica, a excepción de 1° y 2° de primaria. Las nuevas disposiciones de la SEP entraron en vigor desde abril, tras la publicación de las mismas en el Diario Oficial, a finales del mes de marzo.