El Gobierno de Estados Unidos está avanzando sigilosamente en crear una nueva alianza política y de seguridad con seis países árabes como Egipto y Jordania, para contrarrestar la expansión de Irán en la región, según reportes de funcionarios estadounidenses y árabes. La Casa Blanca busca una cooperación más profunda entre los países en materia de defensa antimisiles, entrenamiento militar, antiterrorismo y otros temas como el fortalecimiento de las relaciones economías y diplomáticas. El plan para forjar un vínculo entre EU y la región ya es llamada la "OTAN árabe", donde tendrán aliados musulmanes sunitas lo que podría aumentar las tensiones entre EU y la Irán chiita. La Administración Trump espera que el esfuerzo, tentativamente conocido como la Alianza Estratégica del Medio Oriente (MESA, por sus siglos en inglés), se debata en una cumbre programada en Washington el 12 y 13 de octubre. En 2017, durante el viaje del Presidente estadounidense a Arabia Saudí, las autoridades locales plantearon la idea de un pacto de seguridad, pero la propuesta de la alianza nunca despegó. Sin embargo, varios países de la región estaban al tanto de los esfuerzos renovados para activar el plan. "MESA servirá como un baluarte contra la agresión iraní, el terrorismo y el extremismo, y traerá estabilidad al Medio Oriente", dijo un portavoz de Seguridad de la Casa Blanca. Hasta el momento, no está claro cómo la alianza podría contrarrestar inmediatamente a Teherán pero la Administración Trump y sus aliados musulmanes sunitas tienen interesantes conjuntos en los conflictos en Yemen y Siria, así como en la defensa de las rutas del Golfo, a través de las cuales se embarcan muchos de los suministros del petróleo del mundo. --

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