LONDRES.- El líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, puso en duda el miércoles la capacidad de los países europeos para salvar el acuerdo nuclear firmado en 2015 con varias potencias mundiales, amenazado ahora por la retirada de Estados Unidos, y dijo que Teherán podría abandonarlo. Jamenei advirtió al presidente Hassan Rouhani de que no confíe mucho en el apoyo europeo en un momento en que está subiendo la presión en su contra por su gestión económica ante la inminente entrada en vigencia de sanciones de Estados Unidos, con varios ministros asediados en el Parlamento. Después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenó la salida de su país de un acuerdo internacional para frenar las ambiciones nucleares iraníes, las potencias europeas han intentado que Irán siga recibiendo los beneficios económicos necesarios para mantenerlo dentro del pacto. No obstante, en comentarios publicados en su página web oficial, Jamenei dijo a Rouhani y su gabinete el miércoles que "no hay problema con las negociaciones y con mantener el contacto con los europeos, pero deberían abandonar la esperanza con ellos sobre los asuntos económicos o el acuerdo nuclear". "El acuerdo nuclear es un medio, no el objetivo, y si llegamos a la conclusión de que no sirve a nuestros intereses nacionales, podemos abandonarlo", afirmó Jamenei, según fue citado.

Jamenei estableció una serie de condiciones en mayo para las potencias europeas si querían mantener a Teherán en el acuerdo. Entre ellas había medidas para que los bancos europeos salvaguarden el comercio con Teherán y garanticen las ventas de crudo iraní. En declaraciones efectuadas en la misma reunión del miércoles, Jamenei afirmó que Teherán no negociará con funcionarios estadounidenses "indecentes y confrontacionales" para alcanzar un nuevo acuerdo sobre su programa nuclear, porque Washington "quiere presumir de que logró sentar a Irán en la mesa negociadora". Jamenei dijo a Rouhani y a su gabinete que trabajen "día y noche" para resolver los crecientes problemas económicos, que incluyen el desplome del rial, la moneda local, y la subida del desempleo. No obstante, al mismo tiempo pareció pedir al Parlamento que no presione demasiado a Rouhani, duramente criticado por su gestión económica. Los funcionarios deberían unirse contra la presión estadounidense, ya que hacer públicas las diferencias solo hará que el país sea más infeliz, señaló. Más temprano el miércoles, legisladores iraníes iniciaron un proceso de impugnación contra el ministro de Educación, aumentando la presión sobre Rouhani. La medida llega solo tres días después desde que los legisladores removieron al ministro de Economía y Finanzas, al que atribuyen el colapso del rial y del alza del desempleo. Semanas antes, destituyeron al ministro del Trabajo y otra moción, firmada por 70 legisladores, apunta a impugnar al ministro de la Industria, Minería y Negocios. -- EXCÉLSIOR