Los empleos precarios en el país no son la excepción, sino la regla, de acuerdo con la Encuesta Telefónica de Ocupación y Empleo realizada por Inegi, 24 millones 941 mil personas ocupadas en el país, equivalentes a 57.2% del total, no tienen acceso a instituciones de salud. La baja calidad de los puestos de trabajo es más evidente si se toma en cuenta que dos terceras partes del total de la población ocupada, 31 millones 507 mil, son trabajadores subordinados y remunerados, a los que por ley les corresponde el acceso a servicios de salud, sin embargo, 41.1% carece de éste. Las prestaciones laborales adicionales al acceso a instituciones de salud son privilegio de tan sólo 20 millones 836 mil empleados subordinados y remunerados, debido a que 10 millones 104 mil no cuentan con éstas. Luis Foncerrada, experto en temas económicos, considera que el detonante de la baja calidad del empleo en el país es el costo de la formalidad, ya que por cada empleado representa cerca del 60% de su salario. Para Paolo Falco, encargado de la Dirección de Empleo, Trabajo y Asuntos Sociales de la OCDE, es necesario que disminuya el costo y se incrementen beneficios sociales de la formalidad para que ésta pueda generalizarse. Es necesario que el costo no sea un impedimento para que los patrones formalicen a sus empleados, además de que los trabajadores exijan estar dentro del marco de la ley”. --

Con información de Dinero en Imagen

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