Vínculo copiado
Fue creado por un diseñador surcoreano que no quiere volver a tropezar o chocar con un poste.
12:51 miércoles 9 junio, 2021
VIRALES
La dependencia a los dispositivos no ha hecho más que empeorar en los últimos años. Desde hace tiempo se ha documentado que las personas prefieren olvidar su cartera que su celular. Y es que los teléfonos inteligentes nos permiten estar conectados con lo que nos interesa, son alarma, cámara, mensajeros, bibliotecas y mucho más. Pero hay algunos cuya obsesión los pone en peligro ya que fijan su mirada en la pantalla, incluso cuando están caminando. Pensando en ello, un diseñador creó lo que llama un “tercer ojo”. Paeng Min-wook es un diseñador industrial en Corea del Sur detrás de la idea de un globo ocular robótico al que ha denominado "El tercer ojo" para que los usuarios obsesivos de teléfonos móviles pueden ir caminando por la calle sin peligro de tener algún accidente por no fijarse en lo que tienen delante de sí. El hombre de 28 años desarrolló el dispositivo como parte de una obra de arte al que ha llamado "Phono Sapiens" y, aunque es funcional, en realidad busca ser una crítica a la dependencia cada vez mayor hacia los teléfonos inteligentes. "Esta es la mirada de la humanidad futura con tres ojos", dijo Paeng a medios mientras demostraba el uso del Tercer Ojo en Seúl, como parte de un posgrado en ingeniería de diseño de innovación que está cursando en el Royal College of Art y el Imperial College. ¿Cómo funciona?
El ojo robótico se coloca, mediante unos cables, en la frente del usuario, precisamente entre sus dos ojos. Básicamente está diseñado para detectar cuando se baja la cabeza para mirar un teléfono inteligente, entonces el dispositivo abre su párpado translúcido y, en caso de que la persona se acerque a uno o dos metros de un obstáculo, comienza a emitir un sonido para advertir del peligro inminente. El diseñador compartió que el “tercer ojo” está equipado con sensor giroscópico para medir el ángulo del cuello del usuario y detectar cuando baja la mirada. Además, cuentan con un sensor ultrasónico que se encarga de calcular la distancia entre el ojo robótico y cualquier obstáculo. Finalmente, ambos sensores están conectados a un microcontrolador de placa de código abierto y a un paquete de baterías. Paeng compartió cuáles fueron las reacciones cuando realizó las primeras pruebas de su dispositivo en la ciudad. "Pensé que parecía un extraterrestre con un ojo en la frente". Sin embargo, señaló que dado que en estos días muchas personas, en especial los jóvenes, pueden sufrir accidentes mientras usan su teléfono móvil, “esto sería bueno para ellos".